Las bombas dirigibles rusas representan un desafío para la defensa de Ucrania
Moscú utiliza cada vez más ese tipo de armamento para apuntalar su invasión al país vecino. Las regiones fronterizas se ven especialmente amenazadas. Qué opinan los especialistas.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, Rusia está utilizando cada vez más bombas dirigibles. A comienzos de abril, la Fuerza Aérea de Ucrania informó que Rusia lanza diariamente hasta 20 bombas de este tipo a lo largo de la frontera.
“Los rusos lanzan cada vez más de esas bombas, porque ya se agotan sus reservas de misiles. Les quedan muy pocos”, dijo Jurij Ihnat, portavoz de la aviación ucraniana.
Con el uso de estas bombas dirigibles, “posiblemente las Fuerzas Armadas rusas estén modificando su táctica, para reducir la pérdida de más aviones, operando fuera del alcance de la mayoría de los sistemas ucranianos de defensa aérea”, indicó el Instituto estadounidense de Estudios de Guerra, en un informe de comienzos de este mes.
¿Cómo son?
A diferencia de las bombas simples, las dirigibles disponen de alas pequeñas. Así pueden planear, lo que permite dirigirlas contra un objetivo preciso. Además, pueden alcanzar blancos a gran distancia del lugar desde donde fueron lanzadas.
Expertos ucranianos parten de la base de que Rusia dispone actualmente de dos tipos de bombas dirigibles. El más moderno es el UPAB-1500B, que tiene incorporado un sistema de navegación inercial por satélite. Estos proyectiles están en servicio desde hace pocos años, pero, según los expertos, su uso no es masivo, debido a sus altos costos de producción.
El Ejército ruso utiliza ahora mayormente antiguas bombas del tipo FAB, que originalmente no eran dirigibles, y tienen un peso de 500, 1.000 o 1.500 kilos.
De acuerdo con especialistas, estas habrían sido modificadas, agregándoseles alas y una navegación de GPS. Eso las convierte en armas de alta precisión. Oleh Katkov, redactor jefe de la revista ucraniana Defense Express, señala que la remodelación es barata y no toma mucho tiempo.
Defensa compleja
Como portadores de estas bombas pueden servir aviones, así como helicópteros de combate. Según Jurij Ihnat, pasado un mes del inicio de la invasión a gran escala, los aviones rusos dejaron de volar al interior de territorio controlado por Ucrania.
Por eso, los rusos solo pueden lanzar bombas dirigidas desde zonas cercanas a la frontera con Ucrania o desde los territorios ucranianos que de momento controlan.
“Los aviones rusos pueden lanzar estas bombas dirigibles entre 50 y 70 kilómetros al interior de territorio controlado por Ucrania. La distancia depende de la altura y la velocidad de la nave, y de cuán cerca de la frontera vuele. Pero no la traspasan, porque saben que pueden ser derribados”, dice el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana.
Defenderse de las bombas dirigibles es complicado, ya que resulta bastante difícil impactarlas con un misil. “El misil antiaéreo no impacta el objeto propiamente, sino que explota junto a él y lo perfora con esquirlas. Eso no suele funcionar con una bomba", explica Ihnat. Y subraya que Ucrania necesita sistemas modernos de defensa antiaérea, en especial del tipo Patrioty SAMP-T para poder destruirlas.
Pero Ucrania no dispone de estos sistemas en cantidad suficiente para cubrir todo el frente o las fronteras con Rusia y Bielorrusia, según indican expertos. Además, estos sistemas no pueden ser emplazados cerca del frente, porque las tropas rusas intentarían destruirlos de inmediato.
Los entendidos consideran, por tanto, que lo que mejor serviría para proteger a Ucrania de las bombas dirigibles son los aviones de combate modernos, como el F-16.
Pero los gobernantes occidentales, incluyendo al presidente estadounidense, Joe Biden, han rechazado reiteradamente entregar aviones de combate occidentales a Ucrania.
De todos modos, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, continúa insistiendo en el pedido de aviación moderna, además de armas de largo alcance, sistemas antiaéreos, artillería y vehículos blindados más potentes con el objetivo de defender el territorio de la invasión rusa.