Pagni: “Argentina se convirtió en una máquina de generar pobreza pero con una habilidad para ocultarla” El periodista y profesor de historia acaba de presentar su primer libro: “El Nudo”. Allí analiza el crecimiento exponencial mostrado por el conurbano b
“Los jóvenes fueron el principal baluarte en los años de bonanza del kirchnerismo, pero los que los votaron en 2011 llevan ya diez años sin conocer el crecimiento de la economía”.
“En los últimos 25 años la pobreza en la Argentina tuvo ascensos y caídas. Pero la tendencia del número de pobres fue en ascenso”.
“Conurbano. Denominación genérica de una mega ciudad de 14 millones de personas, con el polo industrial y económico más importante de la Argentina”.
“Duhalde descubrió la mina de oro que era el conurbano para un proyecto de poder político. Los Kirchner, surgidos de las entrañas de ese aparato, se dedicaron a explotarla”. Carlos Pagni, El Nudo.
Carlos Pagni es profesor de historia. Profesor y periodista, ganador del Premio Konex de
Platino 2017 en el rubro Análisis Político Escrito. Desde 2007 es columnista del diario “La Nación” y, desde hace una década de “El País”, de Madrid. En el canal La Nación+ conduce Odisea Argentina.
Maneja un caudal de información que pocos poseen y una aguda capacidad para analizar la historia y la actualidad de un país que ha sido modelado por acontecimientos épicos, cuyas consecuencias siguen marcando la manera de gobernar, la forma de hacer política y la ingrata calamidad de volver a cometer los mismos errores o ensayar acciones atemporales en tiempos diferentes.
A sus 62 años de edad ha publicado su primer libro, El Nudo. Un compendio de casi 800 páginas cuyo objetivo central es analizar (y explicar) como el conurbano bonaerense fue creciendo y mutando hasta modelar la política argentina pero que termina siendo un libro que repasa con municiosidad y detalle la historia política de nuestros país, desde finales del siglo XX hasta nuestros días.
La evolución del conurbano lo lleva a interpretar la federalización de la Ciudad de Buenos Aires en 1880, a bucear en la irrupción de los habitantes de ese lugar en el gobierno del gobernador Manuel Fresco, a entender como se generaron de las villas de emergencia y las usurpaciones de tierras debidamente organizadas. Poner bajo la lupa el 17 de octubre de 1945, explicar el fortalecimiento del clientelismo, entender la irrupción de Mauricio Macri y la elección de Alberto Presidente. Hasta completar el libro con una teoría de la conurbanización de la política que pone al país “de nuevo en el callejón”.
Es un libro tan complejo como lo es nuestra historia, tan sorprendente como el haber tenido, en 2001, cinco presidentes en una semana, tan minucioso como han sido ciertas componendas entre políticos, sindicalistas y militares. Pero que no levanta un muro al final del camino sino que deja una puerta abierta a un futuro, incierto y desconcertante, donde el conurbano – es parte de una provincia que condiciona y define una elección a nivel nacional. A tal punto es su protagonismo, que hasta se habla de la “conurbanización de Cristina”, una construcción idiomática que acaso sólo puede tener lugar en este singular país.
En entrevista exclusiva con este diario, Pagni habla de su libro pero rápidamente el escritor da lugar al historiador y el historiador al analista, hasta explicar porqué un personaje como Javier Milei comienza a ser considerado como una salida a la agobiante situación económica y social que ya lleva dos décadas.
--¿Cómo definiría El Nudo? ¿Qué sugiere y que refiere ese título?
--Bueno, es un libro donde conviven distintas líneas que se cruzan. No es una metáfora sino que refiere a una historia, la de nuestro país, donde el conurbano bonaerense se va desarrollando con un modelo económico industrial con un crecimiento con resultados dolorosos, donde además se ha ido generando cada vez más pobreza, marginalidad, gente sin los servicios básicos y la existencia de una enorme desigualdad. Todo esto se convierte en una gran novedad para un país que en 1974, tomando el coeficiente de Gini --que mide la desigualdad en los ingresos en un país--, nos ubicaba en el mismo nivel que Francia y hoy nos iguala a Perú, país que además ha logrado una mejora. Por eso planteo esta realidad de manera tan drástica: la Argentina se convirtió en una máquina de generar pobreza”.
--¿Hay momentos claves que configuran la importancia del conurbano en la política?
--Claro, el estallido del 17 de octubre de 1945 y la gran crisis de 2001 ponen a los habitantes del conurbano en un lugar trascendente, algo que rápidamente advirtió y comenzó a manejar Eduardo Duhalde –çel descubrió esa importancia-- y que luego sacó y sique sacando provecho el kirchnerismo.
--Al analizar todos esos hitos el libro se convierte también en un libro de historia.
--Sí, claro. Es que yo estudié historia y entonces establezco un criterio de análisis mediante el quise contarla pero de cabo a rabo sino en distintas postales, a las cuales organicé en cuatro momentos: la federalización de la ciudad de Buenos Aires sostenida por una ideología que termina planteando un juego permanente entre el conurbano y la Nación. En esa línea aparece la figura del gobernador Manuel Fresco, un
personaje muy particular de la denominada “década infame”, que es el segundo momento de esta trama. Fresco genera la irrupción del conurbano en la Capital Federal con una marcha o desfile –distinto al de octubre de 1945— que el diario “La Nación” define como compuesto por peones rurales y que Fresco señala como integrado por obreros industrializados. Esa foto es el pasaje hacia una nueva organización de la economía interna que potencia a la clase obrera. Quizá desde ese momento podemos decir que se empieza a entender al conurbano de otra manera.
--¿A eso sigue el 17 de octubre de 1945, el Día de la lealtad?
--Si, donde todavía se mantiene la polémica sobre esa marcha hacia la plaza de Mayo, considerada como el origen del peronismo. A mi modo de ver la misma es el resultado de la industrialización del conurbano y no, como se menciona en muchos casos, producto de gente que llegó desde el Norte, que no tenían ideología alguna y que fueron manipulados por un líder (Juan D. Perón) que se sirve de ellos.
--Y termina analizando la crisis de 2001
--Un momento crucial. En principio me iba a centrar únicamente en los acontecimientos de ese año, siendo presidente Fernando de la Rúa. Pero “me traicioné” y comencé a buscar el origen de esos hechos en el menemismo, en los manejos que hizo Eduardo Duhalde para lograr el fortalecimiento del conurbano y que se mantiene hasta hoy con el kirchnerismo. En este tema en particular también juega mi memoria de situaciones de las que he sido protagonista en estos 30 años que llevo de periodismo.
Finalmente dejo abierto un gran interrogante sobre todo lo que ocurrió y perdura de aquellos hechos que fueron el origen de la gran ruptura entre la gente y la política.
Una capacidad que duele
“En el último medio siglo la sociedad argentina ha demostrado una capacidad extraordinaria para crear pobreza. Esa capacidad se sostiene en un factor indispensable: un esfuerzo sobrehumano, o subhumano, por disimular el fenómeno”. El Nudo, Carlos Pagni.
--¿Sigue presente ese malestar de la sociedad con los políticos?
--Por supuesto. Ni el kirchnerismo ni el Pro –que desplazó al radicalismo después del 2001—fueron buenas experiencias. La gente está agotada de sufrir una mala economía, con diez años de toda actividad planchada, con el fluctuante dólar y el elevadísimo gasto público. En ese contexto es que busca nuevos nombres y nuevos discursos, sin importarles sin son de izquierda o de derecha. Por eso en esta emergencia o necesidad es que aparecen nuevas figuras, como es el caso de Javier Milei a quien, si bien hay que esperar a ver como evoluciona, las encuestas ubican en un lugar importante. Es un ejemplo de cómo se fortalecen nuevas figuras frente al proceso de inflación, cuando se sospecha de la democracia y de la política, un sentimiento que se manifiesta con más izquierda radicalizada y más abstención.
--¿Usted cree que un país con tantos años de fracasos puede encontrar una salida?
--Claro que sí. La misma tiene que pasar por generar un modelo productivo sostenible, que genere buenas condiciones para vivir y que ofrezca una onda de crecimiento de al menos veinte años.
--¿La corrupción es más difícil de erradicar?
--La corrupción no es un problema. Es algo que depende de determinado grado de exasperación de la sociedad.
Los sujetos centrales de los últimos veinte años son el kirchnerismo y el macrismo, pero, si se mira bien, lo más relevante que ha ocurrido es el eclipse del radicalismo”.