Cristina, los punteros, el conurbano
“La seguridad es una variable para calibrar la calidad de vida democrática, la capacidad del estado para que se viva sin miedo”. El Nudo, Carlos Pagni.
--¿Qué lectura hace de una gran parte de la sociedad que sigue teniendo a Cristina como referente a pesar de sus condenas y de un gobierno del cual es parte y principal ejecutora?
--Mire, yo creo que ella sabe que no puede ganar las próximas elecciones si va como candidata a presidenta. Pero es una persona que sigue teniendo un arraigo muy importante en varios sectores de la sociedad porque les ha dejado cosas valiosísimas como, por caso, las jubilaciones sin que hayan realizado aportes. Hay mucha gente incondicional que le tiene un agradecimiento eterno. Pero es una persona que ya no puede evolucionar.
--¿Cómo se explica el clientelismo político y la creciente importancia de los punteros?
--Se trata de una manera de hacer política que no ha dejado de crecer y ganar poder porque los distintos gobiernos han delegado la función social que el estado evade. El clientelismo político emerge en países con pobreza. Con el peronismo esa práctica se fortaleció y el radicalismo buscó romperla. Lo cierto es que en nuestro país sin clientelismo es casi imposible hacer política. Es una lógica que ya se ha instalado.
--Hoy el conurbano define toda elección nacional, ¿ha logrado que las provincias queden en un segundo plano?
--La conurbanización de la política ha logrado mucho más que eso, ha desplazado al resto del país, se ha vuelto su centro de gravedad. Quien domina el conurbano domina todo. Vuelvo al concepto inicial: Duhalde descubrió esa mina de oro para su proyecto de poder político. Los Kirchner, surgidos de las entrañas de ese aparato, se dedicaron a explotarla.