Medicamentos y farmacia: algo más que revalorizar la profesión veterinaria
El decreto 185/2023 habilita a los comercios farmacéuticos, ante la presentación de recetas firmadas por médicos veterinarios de todo el país, a suministrar medicamentos de su vademécum.
“La situación abre un abanico muy interesante en el tratamiento de algunas patologías de animales de compañía, en donde no existen determinadas drogas en el vademécum veterinario. De esta forma, los tutores de perros y de gatos podrán comprarlas en la farmacia, lo que redundará en bienestar y en calidad de vida”.
Lo dijo Jessica Guajardo (MP 10060), titular del Distrito 7 del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, que incluye al partido de Bahía Blanca, a propósito del decreto 185/2023 del Poder Ejecutivo Nacional, que equipara la receta del veterinario con la del médico clínico, o del odontólogo. En otras palabras, la receta que prescribe un veterinario tiene igual validez que la de un médico en todas las farmacias de la Argentina.
“Si bien esta práctica era habitual en la provincia de Buenos Aires, el decreto habilita a las farmacias a suministrar medicamentos de su vademécum ante la presentación de recetas firmadas por veterinarios en toda la jurisdicción nacional. En la disposición anterior, sólo figuraban médi
cos y odontólogos”, añadió la médica veterinaria.
En tal sentido coincidió Juan Eduardo Perlotti, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Bahía Blanca.
“En realidad, lo que hace esta medida es poner negro sobre blanco respecto de lo que venía sucediendo hasta el momento”, sostuvo.
“Ahora se habilita a las farmacias a dispensar, para animales, los medicamentos que están en el vademécum para el uso humano con la prescripción de un veterinario, siempre y cuando sea apto para animales, porque no todos los productos de uso humano son aptos para mascotas”, añadió el farmacéutico.
“Hasta el momento, ese sello no tenía validez para comprar medicamentos que no eran de uso veterinario”, agregó.
“Así como un odontólogo no puede prescribir, por ejemplo, algo que no esté relacionado a la salud bucal o a sus prácticas habituales, el veterinario no podía recetar medicamentos de uso humano para animales”, sostuvo.
“Eso no quiere decir que las farmacias puedan vender productos veterinarios. No es puntualmente así”, aseguró Perlotti.
“Lo que hace es habilitar el sello y la matrícula para el uso en animales de medicamentos que utilizamos, generalmente, en humanos”, expresó.
“Por ejemplo, un animal de compañía que necesite algún medicamento que esté bajo receta archivada, como pueden ser un antibiótico u gotas oftálmicas. Todo eso ahora lo podrá recetar y nosotros vamos a poderlo dispensar”, explicó.
Sobre el tema, dijo que más de una vez se encontraban con la disyuntiva sobre qué hacer.
“Ahora ambos estamos amparados ante la ley”, indicó.
Perlotti coincidió con Guajardo cuando dijo que ahora se amplía el abanico de insumos y de instrumentos que existen para determinadas patologías, algo que antes estaba acotado, porque el mercado de los medicamentos veterinarios no es tan amplio como en el caso de los productos farmacéuticos.
“¿Si habrá más consultas en las farmacias? Si bien es cierto que la gente acude más por sus animales de compañía, eso siempre depende del flujo de pacientes que generen los tratamientos”, describió.
“Un punto importante es que, hoy, existe más humanización de los animales. Y esto va más allá de una eventual conexión con el encierro por la pandemia”, agregó.
“Hace 30 años, la mascota estaba en la calle o en el patio, pero eso ha cambiado totalmente, ya que se trata de alguien que forma parte de la familia”, afirmó.
“Todo conlleva a un aumento de transmisiones de enfermedades, tanto del humano hacia los animales y viceversa. Este cambio de paradigma en la forma de vida es lo que, entiendo, aumenta el número de consultas y de medicación”, aseguró el profesional.
“Antes de esta medida, el sello del veterinario no tenía validez para comprar medicamentos que no fueran de uso veterinario”, dijo Perlotti.