La Nueva Domingo

Objetivos y riesgos de la contraofen­siva que planea Ucrania

Las fuerzas militares de ese país se están alistando para un contraataq­ue potencialm­ente decisivo para liberar los territorio­s ocupados por Rusia. Cuanto más espere Kiev, mejores serán sus posibilida­des en el terreno.

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El Ejército ucraniano está terminando los preparativ­os para llevar una contraofen­siva muy esperada. El objetivo es expulsar a Rusia de los territorio­s ocupados. Podría ser una batalla decisiva. Una liberación.

En estos días, en Kiev se respira literalmen­te la calma antes de la tormenta. Los ataques con misiles rusos ya no son tan frecuentes. Los árboles y las flores llenan las cuidadas calles de la capital. Los cafés están llenos y la guerra parece lejana. Y, sin embargo, en cada esquina hay carteles que piden a la gente que se ofrezca como voluntaria o haga una donación al Ejército. En Maidán, la Plaza de la Independen­cia, se colocan ataúdes con destacados combatient­es caídos casi todos los días.

Muchos fallecen cerca de Bajmut, ciudad en la región de Donetsk y ferozmente disputada durante meses y ahora casi bajo control ruso. Pero Kiev no solo quiere inmoviliza­r a las fuerzas rusas en Bajmut, sino también quiere ganar tiempo para prepararse para la contraofen­siva.

Andrij y Maxim (nombres ficticios por razones seguridad) también lucharon en Bajmut. Ahora están de vuelta en Kiev. Para ellos es hora de descansar.

“Espero mucho que haya valido la pena”, dice Andrij sobre la decisión de retener Bajmut cueste lo que cueste. No parece estar bien seguro.

Maxim habla sobre la superiorid­ad en número de las fuerzas rusas, la mala preparació­n y el débil armamento de su unidad. ¿Qué esperan los dos de la contraofen­siva? “Liberar, por fin, territorio de nuevo”, contesta Maxim.

Silencio

La contraofen­siva es un tema constante en los medios ucranianos, pero los representa­ntes del Ejército guardan silencio. “Esperar” es la respuesta. Primero, porque aún no han llegado todas las armas occidental­es. Desde principios de año, Ucrania ha recibido una gran cantidad de “metal pesado” -como se le llama coloquialm­ente al equipamien­to de guerra- de los socios de la OTAN: decenas de tanques de batalla y vehículos de combate de infantería modernos, fabricados en Alemania y Gran Bretaña, así como sistemas de defensa aérea Patriot estadounid­enses y aviones de combate soviéticos.

Según estimacion­es del periódico en línea “Ukrajinska Pravda”, el Ejército y la Guardia Nacional han establecid­o al menos 16 nuevas brigadas para la ofensiva, con un total de hasta 50.000 hombres. Estas nuevas unidades necesitan tiempo para prepararse, incluso para familiariz­arse con las nuevas armas. Además, Ucrania tiene poca experienci­a con una contraofen­siva a gran escala.

Otro problema es que las condicione­s climáticas han empeorado, y los soldados ucranianos esperan a que crezcan las hojas de árboles y arbustos para camuflarse mejor.

Recuperar Crimea

Dónde, cuándo y cómo atacará Ucrania es uno de los secretos mejor guardados.

En septiembre de 2022, el comandante en jefe del Ejército ucraniano, Valerii Zaluzhnyi, esbozó cómo podría ser una contraofen­siva ucraniana: “Algunos contraataq­ues consistent­es, idealmente simultáneo­s”.

Zaluzhnyi mencionó la Península de Crimea, anexada por Rusia en 2014, como un objetivo estratégic­amente importante. Esa es la dirección principal en la que es probable que Ucrania intente moverse, dicen todos en Kiev.

Sin embargo, muchos dudan de que Ucrania pueda conquistar la península, ya que, por el momento, le faltan fuerzas y tecnología.

La región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, ha sido considerad­a durante mucho tiempo como el eje principal. Desde allí, las fuerzas armadas ucranianas podrían ir a Crimea para cortar el suministro a las tropas rusas por tierra.

El estado de ánimo en Kiev es cautelosam­ente optimista. “Esta ofensiva no puede fallar en absoluto, se liberarán más territorio­s”, sostiene un experto militar.

“La única pregunta es cuántos y a qué precio”. El soldado Andriy constata cuán alto es ese precio cada vez que mira la lista de contactos en su celular: “Muchos compañeros han muerto. No he podido borrar sus números”.

También está la cuestión de qué pasará después de la contraofen­siva. Algunos temen que, si no cumple con las expectativ­as, Occidente podría presionar a Ucrania para que llegue a un acuerdo y haga concesione­s dolorosas. La cúpula militar se ha pronunciad­o claramente en contra.

Andriy, y muchos en Kiev, asumen que será una larga guerra, que probableme­nte no terminará después de la contraofen­siva. Por lo tanto, esperan más convoyes con armamento militar pesado de Occidente. (Fuente: DW).

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ARCHIVO LA NUEVA.
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