Tratamientos: “Hay que perderle el miedo a esta enfermedad, porque se avanzó muchísimo"
“Hace 15 o 20 años atrás recibíamos pacientes con enfermedades avanzadas o descontroladas, para lo cual no había demasiados tratamientos y se generaba una discapacidad muy grande. En esos casos era necesario abordar a esa persona desde diversos ángulos para mejorarle la calidad de vida. Hoy eso ha cambiado. Son pocos los casos que no se detectan tempranamente”, señaló Juan José Rayer.
A su vez, los tratamientos también avanzaron a la par, por lo que tienen alta eficacia y no quedan demasiadas secuelas.
“Los tratamientos disponibles se dividen en dos grupos: los inmunosupresores y los inmunomoduladores. Actualmente existe medicación para reconstituir el sistema inmunológico, como que lo resetean y arranca de cero. No hay que olvidar que esta enfermedad es autoinmune. Por eso se tiende a utilizar inmunomoduladores en los diagnosticados a tiempo y los inmunosupresores en caso de que la enfermedad sea altamente agresiva”, amplió.
Aunque suelen quedar algunas secuelas, los medicamentos logran controlar la enfermedad en un porcentaje muy alto.
“Hay que perderle el miedo a esta enfermedad, porque se avanzó muchísimo. Y para eso es clave la información”, opinó Rayer.
“No es la enfermedad más frecuente del sistema nervioso, pero sí una de las mas invalidantes, conjuntamente con la enfermedad vascular y las demencias”, manifestó, por su parte, Colombo.
Las personas mas preponderantes a contraerla son aquellas que han sido sometidas a muchas situaciones de estrés o presión en su infancia o adolescencia.
“Hoy en día se están estudiando otros factores, como puede ser la microbiótica, que es la colonización al nivel del intestino de bacterias. Y también a ciertos parásitos que puedan estar relacionados con factores protectivos de esta enfermedad. Pero es todo línea de investigación”.
El desarrollo de la vacuna del Covid, también genera esperanzas a la creación de una vacuna que prevenga la esclerosis múltiple.
“Durante mucho tiempo se la ha relacionado con un virus, por lo que en un futuro podría producirse una vacuna contra esta enfermedad tan invalidante”.
Existen dos grandes grupos de pacientes afectados por la EM: el de brotes y remisiones, con síntomas que en días o semanas se resuelve, aunque con el correr de los años esa resolución es cada vez más incompleta y deja secuelas. Y, por otro lado, están las formas progresivas, en donde los síntomas aparecen lentamente y al individuo le cuesta identificar en qué momento comenzaron; además, las pérdidas de funciones se suman y no se recuperan.
"La buena noticia es que hoy tenemos tratamientos para ambas formas clínicas: la de brotes y remisiones y la progresiva. El tratamiento tiene tres objetivos principales: por un lado, tenemos la terapia farmacológica que busca modificar la evolución de la enfermedad, acá entran los inmunosupresores e inmunomoduladores que actúan sobre el sistema inmune y tratan de frenar su alteración", destacó Rayer.
"Luego, están los fármacos que contribuyen a tratar las secuelas que quedaron de algún síntoma neurológico”.
En los últimos ocho años, para pacientes con brotes y remisiones, se aprobaron tratamientos de altísima eficacia que les permiten llevar una vida completamente normal.
"Esto representa un cambio muy importante en la historia natural de la enfermedad. Es fundamental que los pacientes lo sepan porque, cuando cuentan que tienen esclerosis múltiple la gente que escucha, ya sean sus amigos o compañeros de trabajo, piensan inmediatamente que esa persona quedará en silla de ruedas en poco tiempo y no es así; hoy es enfermedad con la cual se puede tener una vida normal; los tratamientos justamente permiten evitar llegar a esa situación que se veía en el pasado", agregó la doctora Carrá.
“Hace 15 o 20 años atrás recibíamos pacientes con enfermedades avanzadas o descontroladas. Hoy eso no pasa".