La Nueva Domingo

Ayuda profesiona­l para dejar de fumar

- Por Dra. Cristina Borrajo /

La epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidor­es directos y alrededor de 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno.

En nuestro país, según la 4ta. Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la prevalenci­a de consumo de tabaco (cigarrillo­s) muestra un sostenido descenso desde 2005. Si bien estas cifras son alentadora­s, todavía fuma 1 de cada 5 adultos del país; 1 de cada 5 trabajador­es permanece expuesto al humo de tabaco en su lugar de trabajo y casi la mitad de la población vio publicidad de tabaco en los puntos de venta de cigarrillo­s.

Acompañand­o estas tendencias, un 50% de los fumadores intentó dejar de fumar en el último año. Sin apoyo para dejar de fumar, solo el 4% de los intentos funciona. El acompañami­ento profesiona­l puede duplicar con creces las probabilid­ades de éxito para abandonar el tabaco.

Con este objetivo en mente, la Asociación Argentina de Medicina Respirator­ia y la Sociedad Argentina de Periodonci­a unen fuerzas para realizar acciones colaborati­vas y de conciencia­ción para mejorar las probabilid­ades de la población a la hora de dejar de fumar.

El 70% de los pacientes ve a su médico de cabecera una vez al año y el 50% a su odontólogo, pero el porcentaje disminuye ampliament­e cuando nos preguntamo­s cuántos pacientes acuden anualmente al neumonólog­o.

El objetivo de aliarnos con la SAP es apoyar a los odontólogo­s y periodonci­stas en la recomendac­ión de dejar de fumar que dan a sus pacientes, brindando además la posibilida­d de dar seguimient­o con especialis­tas en cesación tabáquica.

El tabaquismo daña casi todos los órganos de nuestro cuerpo. Cada cigarrillo contiene más de 5.000 productos tóxicos y cualquier forma de consumir tabaco (fumado o masticado) implica su ingreso al organismo a través de la boca, primer órgano de impacto cuando se fuma.

Las personas que fuman tienen tres veces más posibilida­des de tener enfermedad­es en las encías que un no fumador, y de responder menos a los tratamient­os. El tabaquismo compromete la actividad inmune en la boca y favorece una mayor destrucció­n de los tejidos de soporte dentario.

En el mundo se reportan alrededor de 8 millones de muertes al año por enfermedad­es relacionad­as con el tabaquismo según la Organizaci­ón Mundial de la Salud.

Todas estas enfermedad­es se pueden prevenir si se abandona el tabaco a tiempo, además, cuando ya se ha producido algún tipo de daño, éste puede revertir o mejorar. De ahí la importanci­a de tomar la decisión de dejar de fumar: vivir más y mejor.

Está comprobado que algunas mejoras en la salud son inmediatas. Por ejemplo: a los 20 minutos, la presión arterial y la frecuencia cardíaca regresan a sus niveles normales; a las 8 horas, la respiració­n es más profunda y hay una mejor oxigenació­n pulmonar; a partir de las 48 horas, se normalizan los sentidos del gusto y el olfato y a las 72 horas, se normaliza la función respirator­ia.

Otras evolucione­s favorables se dan progresiva­mente con el paso de los meses y los años.

El tabaquismo daña casi todos los órganos de nuestro cuerpo. Cada cigarrillo contiene más de 5.000 productos tóxicos.

(*) Médica neumonólog­a, coordinado­ra de la Sección de Tabaquismo y expresiden­te de la Asociación Argentina de Medicina Respirator­ia.

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