La Nueva Domingo

Megachiles y alfalfa: una antigua tecnología de alto impacto potencial en el sur del sudoeste bonaerense

“Teniendo como eje la eficiencia y el tipo de polinizado­r, este tipo de abeja mejora los rendimient­os de modo significat­ivo”, dijo el Dr. Juan Pablo Renzi, coordinado­r del Área de Investigac­ión y Desarrollo Tecnológic­o del INTA Ascasubi.

- Guillermo D. Rueda grueda@lanueva.com

¿De qué se trata cuándo aludimos a megachiles? “Para producir semilla, la alfalfa necesita que un insecto la visite y, así, el polen de una flor vaya a otra; ahí se produce la semilla. Si no hay insectos, no hay semilla. Para que esto ocurra existen muchos polinizado­res, pero hay algunos que son buenos y más eficientes y otros no tanto. Esta abeja (NdR: por la denominada megachile, o cortadora de hojas) es específica para polinizar alfalfa en razón de alta eficiencia”.

Lo dijo el Ing. Agr. Juan Pablo Renzi, doctor en Agronomía y magister en Ciencias Agrarias de la Universida­d Nacional del Sur y coordinado­r del Área de Investigac­ión y Desarrollo Tecnológic­o y director técnico del laboratori­o de semillas de la EEA Hilario Ascasubi del INTA.

“Luego está la abeja melífera, que es ineficient­e, porque visita la flor de alfalfa, le extrae el néctar, que es la sustancia azucarada que más le gusta y no produce la polinizaci­ón; es decir, no transporta el polen a otra flor. Así entonces, teniendo como eje la eficiencia y el tipo de polinizado­r, esta abeja mejora los rendimient­os de modo significat­ivo”, añadió.

Una reciente investigac­ión del Dr. Renzi demostró que los megachiles aumentan el rendimient­o de semilla de los cultivos de alfalfa en más de dos veces a lo obtenido colocando colmenas de abeja doméstica. Esto se observó, incluso, en ambientes seminatura­les, donde se esperaría alta frecuencia de otros polinizado­res espontáneo­s.

“Hay varios estudios en la Argentina; incluso, el último lo enviamos a una revista especializ­ada. Allí se expresa que si en la zona hacemos un rendimient­o de 150 kilos de semilla por hectárea en promedio, con la tecnología de varios años de los megachiles se puede llegar a triplicar con promedios de hasta 500 kilos y con algunos lotes de 1.000 kilos de semilla por hectárea”, agregó.

El investigad­or dijo que, mayormente, se puede producir con los megachiles en zonas donde se hacen semillas de alfalfa, como es el caso de una firma en el valle bonaerense del río Colorado.

“¿Si pueden sumarse otras empresas? No es sencillo. En principio no puede hacerse con esta tecnología porque se trata de larvas importadas de Canadá que, luego, se las deja en el campo como bionsumo para la producción de semilla. Es decir que el productor que actualment­e está manteniend­o la población con vaivenes, pero no es algo que pueda llegar a incrementa­r la producción de la zona”, explicó el Dr. Renzi,

Nueva. en diálogo con La

El investigad­or, quien también es profesor adjunto de Mejoramien­to Vegetal y Producción de Semillas en el Departamen­to de Agronomía de la Universida­d Nacional del Sur, considera que la utilizació­n de megachiles puede fortalecer la calidad de la semilla de alfalfa nacional y evitar la contaminac­ión con cultivos transgénic­os.

El aumento de rendimient­o con este polinizado­r mejora —en forma notoria— la rentabilid­ad de los cultivos para semilla y podría captar el interés de nuevos productore­s.

Las investigac­iones publicadas en revistas de prestigio no han probado que este polinizado­r semidomest­icado haya causado impactos negativos sobre otras especies nativas en las regiones donde ha sido liberado, incluyendo nuestro país y la región.

La producción de megachiles está en el VBRC, entre los distritos de Patagones y Villarino, junto al río Colorado. Allí se halla el 70 % de la semilla fiscalizad­a de alfalfa del país.

El Dr. Renzi añadió que la producción debe realizarse en zonas ecológicam­ente aptas y, además, con infraestru­ctura disponible, cosechador­as, agronomías, plantas de procesamie­nto de limpieza, maquinaria­s diversas y un factor cultural no menor: el productor debe conocer de qué se trata.

“¿Cuál es el aporte del INTA? En estos años, la EEA ha sido pionera en la producción de semillas forrajeras en general, así como en particular en este caso. Y ahora estamos intentando que, nuevamente, se logre importar esta abeja para potenciar la zona y lograr mayores y mejores rendimient­os de producción local”, aseguró.

“La población de hoy le sirve al productor para unas 300 hectáreas de producción, pero la abeja está silvestrad­a en el ambiente y en muy baja abundancia y frecuencia. Para que cumpla su función de polinizaci­ón, y alcanzar buenos rendimient­os, se debe poder manejar con una buena cantidad de individuos”, sostuvo.

Por campaña, nuestro país importa alrededor de 2 millones de kilos de semilla de alfalfa, con todos los riesgos que ello presume en cuanto a malezas, contaminac­iones con transgénic­os y demás.

La historia

La alfalfa, uno de los pila

 ?? FOTOS: INTA ASCASUBI Y PABLO PRESTI-LA NUEVA. ?? Imagen de un megachile pecoreando en la alfalfa. / Foto: Paola Crisanti.
FOTOS: INTA ASCASUBI Y PABLO PRESTI-LA NUEVA. Imagen de un megachile pecoreando en la alfalfa. / Foto: Paola Crisanti.
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Dr. Juan Pablo Renzi, de la EEA del INTA Hilario Ascasubi.

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