Radiografía de un mercado que no para de crecer para la carne vacuna argentina
tante mencionar que, a pesar de ser una recuperación en el corto plazo, el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne todavía se encuentra casi 10 kilos por debajo del promedio de la última década”, describió la economista.
Terré sostuvo que este indicador sirve para tener una idea del poder de compra en términos de la carne, pero al mismo tiempo lo sobreestima, dado que se trata de remuneración bruta y no de remuneración neta.
“Además, sólo se está considerando al sector asalariado privado, quedando excluidos los monotributistas, trabajadores autónomos y asalariados del sector público, entre otros”, aseveró.
“Pese a esto, el indicador es útil e informativo para realizar comparaciones interanuales, dado que el criterio que se utiliza es constante”, aclaró Terré.
Otra variable que resulta de interés para explicar la dinámica de los diferentes consumos es la relación que existe entre el precio de la carne vacuna y el de sus opciones sustitutas.
Para tal fin se computa un indicador que calcula el precio relativo entre la cotización de la carne vacuna, medida por el kilo de asado, y la de carnes sustitutas, conformado por un mix compuesto por 0,5 kilos de pollo entero y 0,5 kilos de pechito de cerdo.
En todos los casos, los datos surgen de la sección estadística del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
“Observamos que, desde
Aún con precios inferiores a los de prepandemia, la demanda sigue sostenida desde China.
Así, el 75 % de las exportaciones de carne vacuna argentina actualmente van hacia el gigante asiático que, más allá de los vaivenes de precios, no para de demandar proteínas a medida de que cambian los hábitos alimenticios de la población.
Hace quince años casi ningún exportador argentino pensaba en Oriente y, mucho menos, en la República Popular China.
Los primeros pasos en ese mercado los dio el 2021, la vacuna se ha abaratado relativamente en términos del mix de pollo y cerdo”, añadió Ramseyer.
“Mientras que en 2021 se
Instituto de Promoción de la Carne Vacuna en el año 2005 y, con mucha más presencia, a partir de 2009.
En 2012 se logró la apertura sanitaria del mercado y entre 2013 y 2015 las exportaciones crecieron lentamente (pero en forma sostenida).
En 2016, impulsado por las acciones promocionales del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argntina (IPCVA), que continúan en la actualidad, y una demanda creciente por el progreso de la economía local, el mercado chino literalmente explotó y desde entonces podían comprar 2,1 kilos de mix con lo que salía un kilo de asado, en 2023 esa cantidad bajó a 1,9 kilos”, expresó. no para de crecer.
La Argentina, en muy pocos años, se convirtió en uno de los principales proveedores mundiales de un mercado que permite que todos los actores importantes del sector hagan buenos negocios.
Actualmente, la República Argentina exporta hacia China carne congelada sin hueso, carne refrigerada sin hueso y hueso congelado.
Respecto del panorama de los feedlots en la Argentina, siguieron recibiendo hacienda durante mayo y, según el informe
“Sin embargo, puede afirmarse que la carne vacuna aún está cara si se la compara con el promedio de los últimos 10 años, que mensual de la Cámara del sector, la ocupación a este 1 de junio aumentó y llegó al 71,05 % de la capacidad instalada, con una reposición de 1,02 animales que ingresaban por otro que salía.
Un dato para destacar es que el 54 % de las empresas dicen estar en proceso de vaciado, lo que da cuenta de que arrancó el pico de ofrecimientos de hacienda liviana.
Por otro lado, en cuanto a la rentabilidad del sistema, el cálculo hecho en base al engorde de un novillito liviano, la renta es de sólo 18.000 pesos (antes de impuestos) y, cuando se le carga, además, el costo financiero la pérdida es de 15.800 pesos. es de 1,7 kilos”, añadió.
“A partir de los datos analizados, puede concluirse que el poder adquisitivo en términos de carne vacuna ha mejorado en los últimos dos años, tanto por su relación con los salarios como con los precios de otras carnes. Es decir, ha aumentado su participación relativa en el consumo”, dijo.
“Sin embargo, si se aleja la lupa y se observa un período más largo, como puede ser el promedio de los últimos 10 años, se observa que el consumo de carne de vaca ha perdido terreno contra el de sus productos alternativos como resultado de un menor poder de compra de los salarios y de un abaratamiento relativo del pollo y el cerdo”, precisó el economista de la BCR.
Otros países
Pese a que el consumo de carne vacuna per cápita se encuentra en niveles cercanos a mínimos históricos, resulta importante recalcar que la Argentina sigue siendo el principal consumidor de carne bovina por habitante a nivel mundial.
En el corriente año se estima un consumo de 53,1 kilos por habitante, superando a los dos países que continúan en el podio: Uruguay, con 43 k/h/a y los Estados Unidos, con 37 k/h/a.
En el ranking siguen Brasil, con 35,3 k/h/a; Israel, con 27,2 k/h/a; Chile, con 26,3 k/h/a y Australia, con 25,6 k/h/a.