Autocrítica y un gran sueño
-¿Se está reacomodando el peronismo tras el traspié electoral?
-Eso se va a dar, pero primero hay que asumir los errores propios y entender qué hicimos mal. A partir de allí, hay que volver a gestar un proyecto que enamore a la gente. Tenemos que reiniciarnos, apelando al diálogo, el consenso y la idea que tenemos los peronistas acerca del rol del Estado. Tenemos que pensar qué pasos debemos dar para que la gente vuelva a creer en nosotros. A partir de allí, se verá quién puede encarnar el liderazgo del proyecto”.
-¿A quiénes ve liderando ese proceso? ¿A Kicillof, Máximo Kirchner, la propia Cristina Fernández?
-Axel es un gran gobernador que va a tener que sostener a la Provincia en un contexto difícil, y a quien todos vamos a acompañar. Máximo es quien va a dar la batalla en el Congreso para que los derechos conquistados no se pierdan, y además es el presidente del PJ bonaerense, y desde ese lugar seguro que va a acompañar al gobernador. Sin dudas ambos son actores principales, como lo son otros dirigentes y gobernadores del peronismo. Sergio Massa, por ejemplo, que puso el cuerpo en un momento difícil.
“Y Cristina es la líder del proyecto, siempre presente para aconsejar, para mostrarnos el camino”.
-Su elección como presidente de Diputados permite ubicarlo entre los dirigentes bonaerenses con potenciales aspiraciones a la gobernación. ¿Ha pensado en esa posibilidad?
-¿Ser gobernador? Bueno, por supuesto. Cualquier bonaerense que se dedique a la política con pasión y compromiso sueña con ser gobernador. Que un dirigente como yo, proveniente de un distrito chico del interior, llegue a un cargo de tal magnitud sería un sueño hecho realidad. -Entonces lo ve posible…
-No lo veo imposible. Con un buen equipo de trabajo y un proyecto acorde a la importancia de la provincia de Buenos Aires, se puede. Tengo experiencia como legislador, como funcionario y en el que yo considero que es uno de los cargos más difíciles, que es el de ser intendente.