Una mirada distinta que suma al paisaje urbano
En una ciudad donde es habitual demoler para construir de nuevo, un proyecto se enfoca en la necesidad de renovar sin borrar el pasado.
ES HISTÓRICO
en nuestra ciudad que la necesidad de contar con nuevos espacios, de atender nuevas necesidades y de sacar mejor provecho a los terrenos, deriva inevitablemente en la demolición del inmueble que ocupa el lugar.
PARECIERA QUE
realmente no existen alternativas a esa intervención, que no hay manera de preservar lo existente ni tampoco intervenirlo de modo que pueda adaptarse a los nuevos requerimientos.
SIN EMBARGO,
en el mundo se viene desarrollando con aceptación la alternativa de preservar-mantener el edificio original, a veces de valor histórico-arquitectónico, otras por ser “simplemente” un referente de la ciudad, y construir en altura, pasando la obra existente a ser la planta baja del nuevo inmueble.
LA INTERVENCIÓN
de ese tipo suele sumar superficie, generalmente con una estética moderna en cuando a su diseño como en el uso de los materiales.
ESE ES OTRO
concepto aceptado por los profesionales, estudiosos y entidades relacionadas con el cuidado de los bienes de relevancia: marcar y dejar en claro qué parte de la obra es original y cuál nueva, cada cual con su resolución propia de cada época.
UNA CONSECUENCIA
directa de esta manera de resolver el tema es que a nivel de calle el peatón sigue conviviendo con la casa original, es la fachada que ve y que hace de referencia. Lo que ocurre más allá de los cinco metros de alto no tiene impacto en su percepción.
ESTA HISTORIA
viene a cuento de la intervención que se hará en el inmueble de Soler y Las Heras, donde tanto el estudio de arquitectura interviniente como los inversores decidieron no demoler la propiedad y construir sobre ella.
LA PROPUESTA
final –que estará siempre expuesta a las críticas, tanto buenas como malas– tiene armonía, conjuga de buena manera los dos modelos, deja la esquina armada y genera la convivencia de dos momentos de la historia.
MARCA ADEMÁS
una alternativa que no es habitual en la ciudad y que puede alentar a ser considerada al intervenir en inmuebles. Incluso, como en este caso, en que la vivienda no está inventariada como bien patrimonial, lo cual de ninguna manera invalida o disminuye su valor.