Paso Urbano, la obra vial y vital que podría quedar en frustración
SE ENCUENTRA ABANDONADA DESDE LOS ÚLTIMOS MESES DEL AÑO PASADO
La monumental obra vial denominada Paso Urbano, que se había convertido en un ícono de la iniciativa pública, se encuentra hoy abandonada a partir de la falta de respuestas oficiales desde el Gobierno nacional. La situación genera grandes dudas sobre su continuidad. El proyecto, que incluye 11,082 kilómetros de la ruta nacional 33, había alcanzado hasta septiembre pasado un 43% de su concreción. Con hasta 180 personas asignadas en diferentes tareas de la construcción, el derrame económico mensual en la ciudad era de entre 230 y 400 millones de pesos.
Incertidumbre: falta de certidumbre.
Sinónimos: inseguridad, inquietud, desasosiego, indecisión, vacilación, duda, recelo, sospecha, incerteza. (www.rae.es)
**** Nunca mejor aceptadas las acepciones para describir el actual estado de la majestuosa obra vial denominada Paso Urbano que, en 11 kilómetros de la ruta nacional 33, se realiza en el
Camino Sesquicentario.
Se trata de un sitio estratégico para nuestra ciudad y una amplia región en función de la potencialidad para anunciadas inversiones productivas, por cuyo sector se prevé el paso de gran parte de ese desarrollo.
Lo cierto es que, hoy, las malezas y los microbasurales de los alrededores le están ganando a las respuestas oficiales desde el Gobierno nacional, las que tardan en llegar y generan más dudas que certezas respecto de una eventual continuidad.
Los trabajos, que estaban a cargo de una UTE controlada por Esuco SA, en la que participaban Centro
Construcciones SA y Tecnopisos SA., comenzaron a discontinuarse en octubre último, a partir del retraso del pago de certificaciones por parte del Estado nacional.
Al mismo mes, y con una actualización de monto total del trabajo superior a los 17.000 millones de pesos (en ese momento se trataba del más importante del país con dependencia del organismo nacional), la obra de los 11 puentes había alcanzado el 43 % de concreción.
Los trabajos se advertían unos 800 metros al noreste del paraje El Cholo, donde se encuentran la ruta nacional 3 y el Camino Sesquicentenario, por un total de 6,7 kilómetros.
Otro espacio, de una extensión de 3.496 metros, se encuentra en la autopista de la RN 3 que rodea a Bahía Blanca. El enlace entre ambos tramos es de 886 metros, para un total de 11,082 kilómetros.
Con una fluctuación desde las 120 hasta las 180 personas, de acuerdo con las tareas a realizar en las diferentes etapas, el derrame económico mensual en la ciudad era de entre 230 y 400 millones de pesos.
Si bien se preveían habilitaciones parciales, el final de obra se calculaba para mediados de 2026. Incluso, en el caso del intercambiador de triple altura, ubicado a 12 metros en la zona de la rotonda de El Cholo, iba a quedar listo para el tránsito a mediados del corriente año.
El abandono que empezó a experimentarse a finales de 2023 se hace cada vez más evidente. Y, especialmente, de peligrosidad latente que sólo puede contenerse —paradójicamente, por la lentitud— por el pésimo estado de casi todo el sector como consecuencia de la falta de mantenimiento, que era una de las tareas que la UTE iba realizando en forma paralela.
El tránsito, que es muy intenso por la coincidencia de las rutas nacionales 33, 35 y 3, que son de paso obligado para ir hacia el sur, el norte y el continente, comienza a realizarse por las banquinas habida cuenta de los pozos y zanjas de la calzada original, con todos los riesgos que eso implica para vehículos de gran porte, así como los de transportes de pasajeros local, regional y nacional.
El paso del tiempo está destruyendo algunos trabajos realizados oportunamente, con lo cual aquel porcentaje del 43 % de concreción empieza a decaer con el correr de los meses.
La única excepción corre para las estructuras de hormigón ya instaladas, puentes incluidos, así como las que reposan a la vera de los puentes como fruto del trabajo inconcluso.
La peligrosidad se extiende a los cruces del segmento de los 11 kilómetros, donde lomadas a medio terminar obstaculizan la visión de los conductores, así como los descalces de los accesos a la zona urbana se presentan como una trampa mortal, sobremanera en condiciones nocturnas.
Con una fluctuación desde las 120 hasta las 180 empleados, el derrame económico mensual en la ciudad era de hasta $ 400 M.
El estado de abandono es tal que, en forma sencilla, se puede acceder a recorrer la obra en construcción, aun los puentes en altura, con todos los riesgos que eso implica para las personas que lo realicen.
Otro tanto sucede con la autopista de la ruta nacional 33.
Si bien ha superado el 60 % de concreción, corre la misma suerte que Paso Urbano. La única diferencia es que allí los accidentes se han incrementado porque la falta de mantenimiento es más notoria.
¿Qué se puede esperar? Sólo una palabra oficial puede brindar señales para un eventual regreso de los trabajos. De todos modos, por estos días no parece ser una prioridad para los niveles de decisión del Gobierno nacional.
“Notenemosrespuestas”
“Lo que vivimos en el ámbito del XIX Distrito de Vialidad Nacional es de in