Lo de Tiro fue muy “sintético”: perdió un partido que mereció ganar
El aurivioleta desperdició más de diez chances claras frente al arco rival y cayó 2-1 ante Deportivo Roca. Si ganaba podía llegar a la cima, pero ahora quedó séptimo.
“No sé cuántos partidos más vamos a ganar como estos. Tiro jugó muy bien; mucho mejor que nosotros, que sufrimos en todo momento y lo ganamos con dos arremetidas”.
El comentario de Diego Landeiro, DT de Deportivo Roca, varios minutos después del cotejo, me dio la plena se- guridad de que lo que escriba en este análisis no iba a quedar como un “disparate”.
Se pueden buscar diferentes formas y modismos para describir con palabras una realidad, pero cuando hay una sola causa para explicar lo que sucedió y no lo que realmente tendría que haber sucedido, sobran los detalles y las justificaciones. Lo del conjunto auriovioleta fue tan sintético como el piso del estadio Luis Maiolino: mereció ganar, pero increíblemente perdió.
Once situaciones clarísi- mas de gol contra tres del adversario. Y en el inicio de la segunda etapa, cuando el dueño de casa estaba desorientado, mareado y desordenado, Trecco (dos veces) y Abaca, desperdiciaron los mano a mano que hubiesen secado del todo al Naranja.
Es difícil halagar al que perdió y no tener argumentos para reconocer las bondades del que triunfó. Pero el partido fue así. Tiro, con un 3-4-1-2 compacto y elástico, gozó de tiempos y espacios para cobrar un cheque con el monto que quisiera, pero las definiciones apresuradas y la falta de puntería donde menos tenía que fallar, fueron alarmantes y determinantes.
El “Depo”, acelerado y sin ideas, buscó siempre por el mismo lado: centro a la olla. A Landeiro no le importó perderlo por goleada cuando el rival era rapidísimo en las contras y, con el ingreso de Germi, decidió apostar a un 3-4-3. Sí, al todo o nada.
A los 25, pelota envenenada al área, rebotes, dudas, muchas camisetas naranajas y gol de Volken. La tormenta no iba a desaparecer. Siete minutos más tarde, otro esférico en llamas, las estrellitas de colores invadieron el horizonte de los defensores tirenses y frentazo demoledor de Morán.
La historia variaba dentro y fuera de la cancha. Porque Tiro, de poder haber quedado primero en el grupo con 26 puntos, retrocedía hasta el séptimo lugar y salía de la zona de clasificación a dos fechas del final de la fase regular. El reglamento no va a cambiar, y al fútbol siempre se va a ganar con goles. Hay que entenderlo Tiro, más allá de que jugadores, dirigentes y cuerpo técnico, se hayan vuelto a Bahía sin entender el increíble partido que perdieron...