Estudian la manera de combatir el síndrome del “me duele todo”
Estos son algunos de los síntomas principales que se observan en un nuevo síndrome que agrupa a diversas patologías y del que se analizan nuevas posibilidades para su tratamiento.
Enfermedades como la fibromialgia, la fatiga crónica, el colon irritable, el dolor miofacial, la dismenorrea, la cistitis intersticial y la hipersensibilidad química múltiple, entre otras, tienen algo en común.
Es que presentan una ampliación en la zona de recepción del dolor en el cerebro medido por neuroimágenes.
A partir de esta similitud, los especialistas las agruparon en lo que dieron en llamar el Síndrome de Sensibilidad Central (SSC).
Este fue uno de los principales temas del foro 2015 del Dolor y Sistema Nervioso Central, llevado a cabo recientemente en Buenos Aires y del que participaron destacados especialistas internacionales.
"Hasta el presente se conocía que todo este grupo de enfermedades de distinto origen compartían determinadas características, con síntomas comunes como el dolor, cansancio, insomnio, desánimo y dificultad para concentrarse y que presentaban una mayor prevalencia en el sexo femenino, pero se desconocía qué mecanismos compartían.
El doctor Muhammad Yunus, profesor de medicina de la sección Rematología de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, sumó hace poco trabajos en los que se corroboraba (mediante estudios de neuroimagenes) que todas ellas presentaban una ampliación en la zona de recepción del dolor del cerebro.
"Las terminó agrupando bajo el nombre de Síndrome de Sensibilidad central", manifestó al doctora Andrea Márquez López Mato, médica psiquiatra y especialista en medicina del dolor, dorectora del Instituto de Psiquiaría Biológica Integral, quien también participó del encuentro científico.
El origen del SSC incluye desde factores genéticos hasta traumas físicos, estímulos periféricos, trastornos del sueño, estrés y eventos adversos sufridos en edad temprana.
También puede manifestarse como síntoma secundario a otras enfermedades estructurales, como la artritis reumatoidea, la osteoartritis, el lupus sistémico, el trauma postquirúrgico, infecciones (por HIV y otras), pancreatitis crónica, síndrome de dolor regional complejo, neuropatías o por el consumo abusivo de drogas como la morfina.
Los cuadros de depresión pueden generar dolor en sí mismos, según dijeron los especialistas que estuvieron reunidos en el foro realizado en buenos Aires.