La Nueva

La Flor del Día

- Por Mario Minervino mminervino@lanueva.com

Hace 70 años, en julio de 1945, inauguró su moderno edificio, en la esquina de Falucho y XX de Septiembre, la panadería La Flor del Día, tradiciona­l comercio de Villa Mitre.

La obra, de “construcci­ón sólida y moderna, con pisos de altos”, servía para alojar el edificio industrial de panadería, confitería y anexos, propiedad de Juan Ruggiero y destinada al despacho de pan, masas y confituras.

La casa había sido fundada en 1910 por Arturo Pi, siendo Ruggiero su hijo político y posterior propietari­o, quien “luchó de manera tesonera” por mantener el prestigio de la firma”.

Como parte de ese progreso pudo erigir el nuevo edificio, verdadero orgullo para todo el vecindario de una villa que, gracias al esfuerzo de sus habitantes se convertía en un verdadero testimonio de un espacio donde se destacaba la fuerza muscular del trabajo.

Con motivo de la habilitaci­ón de la nueva casa, los propietari­os ubicaron varias mesas en el salón, donde se sirvió un copetín en honor a los invitados y la casa repartió dulces y golosinas a quie- nes se acercaron a saludar, en un acto que alcanzó “proporcion­es extraordin­arias”.

Guillermo Miotto fue el constructo­r de la obra, sugiendo las direccione­s del ingeniero Néstor Jauregui y el proyecto de Agustín Espinosa.

El mobiliario fue realizado por Terenzi y Baldasari, la carpinterí­a de obra por Fioravanti y Filipuchi, los mosaicos fabricados por Manuel Ritaco, el yeso con la calificada mano de Modesto de la Dehesa y los materiales adquiridos a Décimo Cantarelli.

La planta industrial, por último, fue provista y montada por la firma Zuntini Hermanos.

La Flor del Día sigue siendo parte de la historia local y villamitre­nse, en la misma esquina que hace setenta años sirvió aquel copetín inaugural.

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