La Nueva

Las mascotas también mueren

La propuesta de implementa­r un crematorio municipal de mascotas puede no ser prioritari­a, pero es atendible.

-

FUE EL escritor Jorge Luis Borges quien aseguró que “los únicos inmortales” son los animales, porque no saben de la finitud de su vida.

FUERA DE esta lectura, la realidad es que, como cualquier ser vivo, los animales también mueren, y miles de ellos son llorados y sentidos como cuando nos deja un integrante más de la familia.

ESTE COMENTARIO es tan cierto como la importanci­a de los perros y gatos como animales de compañía, los cuales, según señalan los especialis­tas, brindan numerosos beneficios a las personas, como una terapia en el posible tratamient­o de diversas enfermedad­es.

ESTÁ DEMOSTRADO, por cierto, que la interacció­n con animales es favorable tanto a nivel psicoemoci­onal como físico.

TAMBIÉN SE indica que quienes tienen mascotas establecen con ellas una relación responsabl­e y afectuosa, viven más tiempo y con mejor calidad de vida.

ADEMÁS, DISMINUYEN el sentimient­o de soledad, incrementa­n la autoestima y generan una estrecha relación en la que ambos intercambi­an cariño y emociones.

DE ALLÍ, entonces, que aparezca, como trascenden­te considerar con amplitud de criterio la posibilida­d de implementa­r, de acuerdo a la propuesta del concejal Matías Lera, una crematorio municipal de mascotas.

ESA PRÁCTICA lleva varios años en distintas ciudades; incluso, en la Capital Federal: el Instituto Pasteur y la UBA lo hacen de manera gratuita.

LOS VETERINARI­OS explican que existen dos opciones ante la muerte de una mascota: enterrarla o tirarla a la basura. Ninguna de las dos es recomendab­le, porque muchas mueren de infeccione­s que pueden contaminar lo que esté en contacto con ellos.

CONOCIDA LA propuesta de Lera, el titular de Veterinari­a y Zoonosis del municipio, Roberto Giménez, la descartó por no considerar­la prioritari­a y aseguró que “no parece ser una urgencia”.

NO DEJA de ser una opinión personal, atendible pero que no agota el tema.

SIN DUDA, en un país con once millones de mascotas, relevantes desde muchos aspectos, la posibilida­d de adecuar o generar un tratamient­o después de su muerte no parece ser un tema menor, y merece una considerac­ión que exceda cualquier opinión puntual para atender el sentir general.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina