Monjas
En un país sorprendente nada debería llamarnos la atención. Sin embargo, todos los días hay hechos en verdad asombrosos. Cuando teníamos por cierta la versión dada por un vecino del lugar respecto de cómo se habían sucedido los acontecimientos que culminaron con la detención de José López, en las inmediaciones de un monasterio del gran Buenos Aires, hete aquí que poco de eso parece cierto.
El exsecretario de Infraestructura kirchnerista llegó a la casa de las monjas como si tal cosa, tocó el timbre, esperó ser atendido y luego, con la ayuda de una de las hermanas, trasladaron al interior del edificio religioso las bolsas y mochilas que contenían 9 millones de dólares. Eso en una noche donde la mujer de López intercambió varios llamados con la superiora de un convento muchas de cuyas refacciones fueron costeadas, durante años, por Julio De Vido con dineros públicos.
Más allá de los ribetes farsescos del caso, lo que importa es la dimensión que tienen en la Argentina la corrupción y el grado de impunidad con la que se manejaron los Kirchner y sus escuderos de mayor confianza mientras gobernaron el país a su antojo. ¿El monasterio era algo más que un monasterio? ¿Las monjas fueron cómplices de algún ilícito o resultaron engañadas? Preguntas por el estilo hay muchas. Las respuestas, de momento, son pocas.