La Nueva

Estamos presos de la libertad de CFK

- Escribe Fernando Monacelli fmonacelli@lanueva.com

La actualidad estará presa de Cristina, mientras Cristina siga libre. Es que la libertad de la Multimillo­naria Embargada y Congelada Líder del Ex Movimiento Nacional y Popular Devenido en Sekta, que se robó media Argentina durante más de una década, parece haber atrapado el resto de los temas en torno a los cuales gira la vida y el interés del país. En este sentido, hay quejas por la monotonía informativ­a, es cierto, pero no tantas como algunos desearían oír. Más bien la sociedad parece pendiente del guión, aunque la película se esté haciendo un poco larga.

¿Por qué? Es posible que tenga que ver con la necesidad de una verdadera certeza de final de un ciclo: la trama del relato K al desnudo no puede concluir de otra manera que con Ella presa y de allí la tensión narrativa que conquista audiencias. Uno supone saber cómo terminará esa banda y su jefa, pero existe una incertidum­bre de fondo –llamémoslo el factor Argentina o, como decía un viejo periodista, el Ser Nacional-- que te mantiene pegado a la butaca. "Acá puede pasar cualquier cosa".

O, simplement­e, porque las historias de gangsters, cuando son originales y tienen armas, drogas, amores prohibidos, monjas dudosas, curas controvert­idos, aviones privados, cajas fuertes ocultas, crímenes o suicidios, dobles agentes, etc, siempre conquistar­on al gran público. Es real que en este thriller faltan los villanos lindos -desde Néstor en adelante, el casting de protagonis­tas fue de mediocre para abajo-, pero el guión supera las falencias estéticas.

Además, por estos días, alguien con el bolsillo flaco, frío por el ahorro en gas, a media luz y con un poco de hambre, necesita una distracció­n de alto impacto y, ciertament­e, ninguna de las parejas de Tinelli tienen para empezar frente a la dupla, por ejemplo, de José López con casco y Florencia Kirchner con lentes y flequillo contando millones.

Ni siquiera el propio Tinelli jugándose todo para cambiar el eje del espectácul­o pudo mover la aguja. Más bien lo insultaron, como a quien habla en el cine en el medio de una escena clave.

Encima, el fútbol sigue en veremos. Así que, por ahora, para bien o para mal, La Abogada Exitosa Que Se Llevó la República Entera en su Cartera Louis Vuitton seguirá robándose el protagonis­mo. Después de todo, robar es lo que mejor sabe hacer. El protagonis­mo, digo.

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