Granaderos a Caballo
HEROICOS. ¡Cómo no recordar con fervor patriótico un 3 de febrero de 1813! Si fue la gloriosa fecha del bautismo de fuego del Cuerpo de Granaderos a Caballo, creado por José de San Martín y formado por hombres que sabían que iban a servir a su tierra y que podían perder la vida en esa gesta, pero sobraba coraje y amor a la patria. La batalla comenzó cuando “Febo asomaba” en San Lorenzo, a 26 kilómetros al norte de Rosario, junto al convento de San Carlos Borromeo, entre las fuerzas independentistas rioplatenses y las colonialistas españolas. 40 fueron las bajas realistas y entre las filas patriotas 14, y tuvo un doble significado: hacer comprender a los realistas que no podrían incursionar más libremente por el río Paraná y así llenar de fe y optimismo a las fuerzas argentinas. En esa acción, no podemos olvidar al correntino Juan Bautista Cabral, “soldado heroico”, hijo de una esclava y un indio guaraní, quien murió de dos heridas de bayoneta recibidas cuando liberaba a San Martín, apretada su pierna por el peso del caballo muerto y con el hombro dislocado. Desde entonces, San Martín dispuso que en el cuartel de granaderos, todos los días, al pasar lista, se lo nombrara y que el sargento a cargo contestara: “muerto en el campo del honor, presente en el recuerdo de todos los granaderos”. Salvó al más grande de los criollos del Nuevo Mundo “como con verdad y con justicia póstuma ha sido apellidado San Martín y con él, la libertad de medio continente”.
Nancy H. Dosio