Dicen que los que mordieron en la plaza tienen dueño
Adopción. Andrea Villar es una protectora de animales que, además de colaborar con distintas ONG, hizo lo propio con la Municipalidad en octubre para relevar la cantidad de perros callejeros que viven en la plaza Rivadavia y, en base a eso, vacunarlos, castrarlos y entregarlos en adopción.
Se escapan. “Los perros que mordieron el miércoles no son callejeros, tienen dueña, la que me reconoció a mí y a la Municipalidad que se le escapan muy seguido”, dijo Villar.
Abandono. “El problema de la sobrepoblación se debe ante todo a la falta de conciencia y responsabilidad de la gente. Los perros no nacen del asfalto sino por la falta de castración a tiempo y el abandono. Los protectores pueden hacer todo el esfuerzo del mundo, pero si la gente sigue abandonando, esto no tiene arreglo”.
Dos enfoques. Sobre el rol de la comuna en esta misión, Villar sostuvo que por un lado el Estado cumple una labor importante con la castración gratuita, pero por otro deja mucho que desear. “De los tres móviles de castración solo funcionan dos, que encima no lo hacen plenamente, ya que a veces no operan por algo tan básico como que no hay una toma de corriente cerca del colectivo”.
El doble. “En octubre los perros de la plaza Rivadavia eran 20, después de las Fiestas hay 40. Los chicos que limpian vidrios llevan perros de sus barrios y los perros no son tontos, se quedan porque hay comida segura. La idea de sacar a los perros masivamente no sirve, porque está comprobado que en una semana tendrías el doble, es una cuestión territorial”.