Duprat, el día después del Goya: “Nos viene genial”
Gastón Duprat, codirector de la producción que ganó el Goya a la mejor película iberoamericana, dijo que este premio les puede facilitar el trabajo a futuro.
El cineasta bahiense Gastón Duprat, quien dirigió junto a Mariano Cohn la película El ciudadano ilustre, afirmó ayer en diálogo con “La Nueva.” que sintió alivio cuando el sábado por la noche ganó en España el Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana. El premio “viene a coronar un recorrido muy bueno de la película que empezó en Venecia y que se cierra acá".
Es domingo a la tarde en Madrid y Gastón Duprat todavía se está relajando. La noche del sábado fue demasiado intensa. Hasta minutos antes de saber que su película El ciudadano ilustre era la ganadora del premio Goya a la mejor película iberoamericana, la ansiedad dominaba a este bahiense que nunca pierde el tono reflexivo.
"La ceremonia fue bastante estresante porque dura muchas horas y antes tenés que atender a mucha gente. Hay conferencias de prensa, sesiones de fotos, etcétera. Todo duró como 5 horas y encima con esa cosa en la catiembre, beza de que no sabés si vas a ganar o no. Finalmente ganamos y eso cambia el signo del enorme esfuerzo que tuvimos que hacer, en especial, por el traslado hasta España y por tener que cumplir con todos los protocolos relacionados con el Goya. Cuando dijeron que ganamos fue un alivio, más que nada", le Nueva." cuenta a "La
Desde su estreno en sep- el filme que codirige Mariano Cohn, con guión del también bahiense y hermano de Gastón, Andrés Duprat, no paró de cosechar éxitos.
"Lo primero que nos dio la pauta de que la película podía pegar fue cuando se exhibió por primera vez en el Festival de Venecia. Tuvo una recepción muy impactante, al terminar la proyección hubo 10 minutos de aplausos. Ahí sentimos que nuestra historia podía exceder a la Argentina. Luego lo confirmamos cuando se estrenó en el país, pero lo que pasó en Venecia, donde además Oscar Martínez ganó la Copa Volpi al mejor actor, fue la pauta de que la cosa podía ir bien o muy bien".
--¿Cómo creen que van a impactar todas las distinciones internacionales, en especial el Goya, en sus futuras producciones?
--Lo del Goya es muy importante. El premio a mejor película iberoamericana tiene mucha trascendencia en el medio cinematográfico mundial y eso nos puede facilitar el trabajo en próximos proyectos, porque te pone en cierto standard como director. Nos viene genial este cierre de camino de El ciudadano.
--¿Qué podés adelantar de la nueva película de la dupla Duprat-Cohn, a estrenarse en breve?
--Todo sobre el asado es una película mucho más pequeña, que rodamos a la par de El Ciudadano. Está dedicada enteramente a la tira de asado. Es como una investigación, con partes de ficción y otras de documental, sobre el fenómeno gastronómico y sociológico de la tira de asado en la Argentina, del fenómeno nacional del asado de los domingos. Se estrenó en el Festival de San Sebastián hace unos meses y en el país se verá por primera vez en abril, en el Festival de Buenos Aires, el Bafici.
Duprat tose levemente en el invierno madrileño y cuenta que se acostaron a las "5 o 6 de la mañana". A la ceremonia, junto con los directores, asistieron las actrices Andrea Frigerio y Belén Chavanne, madre e hija en la ficción.
El ciudadano ilustre cuenta la historia de Daniel Mantovani (Martínez), un escritor argentino que vive en Europa desde hace más de tres décadas y que gana el Nobel de Literatura.
El film comienza con esa ceremonia, en la cual Mantovani, un tipo hosco, afirma: "Dos sensaciones encontradas me invaden al recibir el Premio Nobel de Literatura. Por un lado, me siento halagado. Pero por otro lado, y esta es la amarga sensación que prevalece en mí, estoy convencido de que este tipo de aprobación unánime tiene que ver, directa e inequívocamente, con el ocaso de un artista. Este galardón revela que mi obra coincide con los gustos y necesidades de jurados, académicos, especialistas… y reyes. Evidentemente yo soy el artista más cómodo para ustedes".
Días después, contra todos los pronósticos, Mantovani decide aceptar una invitación para regresar a Salas, donde nada saldrá según lo esperado.