Agustín tiene 13, es ciego y ahora lo dejan sin escuela
Debido a una reciente disposición quedó excluido del establecimiento, que pasará a contar con 13 alumnos.
ASISTE DESDE EL JARDÍN DE INFANTES Cecilia Corradetti
Agustín tiene 13 años, padece una retinopatía severa por haber nacido prematuro y también sufre de epilepsia.
Su problema en la vista es irreversible, por eso la Escuela Especial 507, destinada a disminuidos visuales, representaba para él “su lugar en el mundo” desde el jardín de infantes.
Días atrás, las autoridades del establecimiento situado en 14 de Julio al 900 confirmaron un recorte de talleres y por consiguiente de docentes, lo cual llevará a disminuir su matrícula de 105 alumnos a apenas 13 durante este año.
El fundamento fue que en la mayoría de los casos las discapacidades ya estaban compensadas y los chicos de 14 años en adelante debían comenzar a manejarse con autonomía.
Agustín pregunta, una y otra vez, si podrá seguir concurriendo a la escuela a la que asiste desde que tiene cuatro años, donde se siente integrado y contenido, y donde cosechó numerosos amigos.
“Le expliqué que hay algunos problemas pero no quise profundizar sobre el tema porque me doy cuenta de lo mucho que le afecta. La escuela es su espacio”, comenta su mamá, María Belén Pérez.
“Agus” también articula con la Escuela 505. Esa situación, además de su edad (está cerca de cumplir los 14), determinaron su actual situación.
Tristes y unidos se manifiestan los padres de chicos que asisten a la entidad, algunos de ellos provenientes de la zona. Todos decidieron presentar un recurso de amparo para que se deje sin efecto esta polémica resolución que, además, deja afuera a numerosos profesores.
Sin embargo, este recurso, si bien fue elaborado, recién podrá elevarse en estos días, indicó María Belén. Los padres están representados por la doctora Luisa Villa Auliel.
“Mi hijo no puede ver y su cuadro no va a cambiar. Obviamente no es un nene que pueda manejarse solo, tal como me señalaron en una reunión un grupo de inspectoras”, se quejó su mamá, divorciada y con un bebé de 10 meses.
“Su atención fue desprolija y violenta. Las inspectoras llegaron tarde y sentimos que no fuimos escuchados. Están violando la ley de dis- capacidad y haciendo un daño terrible a los chicos y sus familias”, opinó.
Los padres de chicos que concurren a la entidad de 14 de Julio al 900 presentaron un recurso de amparo para pedir que se deje sin efecto el achique de los servicios.