Fuerte apuesta del Gobierno por los hipotecarios
La administración macrista quiere acelerar la reactivación económica en ciernes, para lo cual ofrecerá financiamiento a bajo costo y a treinta años de plazo.
EN BÚSQUEDA DE LA REACTIVACIÓN
Con el fin de atender el déficit habitacional que obliga a millones de familias a alquilar, el Gobierno lanzará esta semana un plan de créditos hipotecarios a 30 años en pesos, ajustables por inflación.
La cabeza de la iniciativa, cuyo lanzamiento sería encabezado por el presidente Mauricio Macri este miércoles, estará en los bancos públicos Nación, Provincia y Ciudad.
Para apuntalar la liquidez de esas entidades, la Anses les hará fuertes depósitos a plazo fijo, según trascendió de fuentes oficiales.
Los créditos hipotecarios serán en moneda local, a 30 años de plazo con sistema de precancelación, y ajustables por la denominada Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), a una tasa inicial de interés inferior al 5% anual, una de las claves del éxito que, se espera, tendrá esta iniciativa.
Como la tasa de interés arrancará en un nivel bajo, la cuota inicial será inferior a la de un crédito tradicional a tasa fija no ajustable y, especulan en el gobierno, podría alentar a las entidades privamercado das a mejorar sus ofertas para ese mercado.
En los bancos aseguran que los créditos UVA se empezaron a "mover" en el último trimestre del año pasado, cuando la inflación se desaceleró.
El lanzamiento representará un desafío para la banca privada, que viene colocando créditos UVA por unos $ 2.000 millones mensuales, y se vería obligada a mejorar su oferta para sostener porciones del mercado.
Se estima que este sistema puede permitir que la primera cuota sea entre 50 por ciento y 60% inferior a la de un crédito tradicional, lo cual es clave para numerosas familias, que empezarían a comparar si la cuota no termina siendo inferior al alquiler, para, así, volcarse al inmobiliario como compradores.
Una pata importante para garantizar la sustentabilidad del plan será que el Banco Central sea exitoso en su objetivo de mantener a raya la inflación.
Es que cuanto menos avance el costo de vida, más demorará la "cuota UVA" en acercarse al nivel de la de un crédito tradicional.
La historia inflacionaria de la Argentina le juega en contra al plan, pero alguna vez también se dijo que luego de la debacle del 2001 ningún argentino volvería a confiar depósitos a plazo fijo a los bancos, y eso quedó superado por la realidad.
De acuerdo con estimaciones del Gobierno, por un préstamo de un millón de pesos una familia pagaría una cuota por debajo de los $5.000.
Es lo que cuesta, por ejemplo, el alquiler de un 2 ambientes en una zona céntrica de Morón, en el oeste de bonarense.
Si el gobierno logra instalar la idea de que las cuotas serán inferiores a un alquiler, el éxito inicial puede estar garantizado, y esto a su vez dinamizar el mercado inmobiliario. Año electoral La iniciativa del gobierno busca reanimar a un sector intensivo en empleo, como es el de la construcción, ya que entre diciembre de 2015 e igual mes del año pasado se perdieron alrededor de 12.400 puestos de trabajo, de acuerdo con el Instituto de Estadística y Registro de la Construcción (IERIC).
En los bancos aseguran que los créditos UVA se empezaron a "mover" en el último trimestre de 2016, cuando la inflación se desaceleró.
El buen desempeño exhibido por los créditos ajustados por UVA, que en el comienzo de 2017 explicaron el 86% del total de préstamos otorgados, entusiasmó a la administración macrista, que, en un año electoral, necesita que la reactivación se note en el bolsillo de la gente. Es que, pese a la coincidencia por parte de los analistas privados de que se vislumbra una reactivación económica, hay serias dudas con respecto a la intensidad de la misma, ya que, de no ser lo suficientemente importante, no se sentirá en la calle, influyendo en forma negativa en el hunor social.