Solidaria actitud de hinchas de Sporting
Mientras aguardaban para ingresar a la cancha, colaboraron para sofocar un incendio que accidentalmente se produjo en el garaje de una casa.
SUCEDIÓ EN PUNTA ALTA
Alrededor de veinte integrantes de la hinchada del club Sporting, quienes ayer aguardaban ingresar al estadio del elenco puntaltense para presenciar el partido ante Pacífico de Cabildo por la Liga del Sur, reaccionaron rápidamente al advertir un incendio en el garaje de una vivienda y colaboraron para sofocarlo.
La solidaria actitud evitó daños mayores y la propagación del fuego a otros secto- res.
"Gracias a los chicos todavía tenemos la casa", aseguró Adrián Peralta, propietario del inmueble ubicado en Maipú 381, del barrio Ciudad Atlántida.
El hombre explicó que el hecho se desencadenó cuando estaba cocinando un asado para su familia y una chispa provocó el inicio de las llamas, las que afectaron el machimbre y una parte del techo construido con chapas plásticas.
Explicó que los simpatizantes se encontraban reunidos en la denominada "esquina de los pibes", a unos 80 metros del lugar, cuando vieron el fuego y sin dudarlo se acercaron a colaborar en la emergencia. Peralta comentó a
que algunos de ellos subieron al techo y sacaron el
La Nueva.
agua del tanque del vecino para evitar que se propagaran las llamas.
"Otros nos ayudaron en el interior de la casa, donde el humo invadió los distintos sectores. Esto es muchísimo para nosotros. Fui a darles las gracias", afirmó.
El damnificado también Juegos de azar destacó la actitud de gente del sector y de los bomberos voluntarios puntaltenses, quienes acudieron tras una llamada al teléfono de emergencias.
Los servidores públicos procedieron a cortar la energía eléctrica y el suministro de gas para finalizar las tareas de sofocamiento y en- friamiento.
Por su parte, Albina Peralta afirmó que toda "la familia, gracias a Dios, se encuentra bien de salud".
Describió que su esposo tapó la carne con un cartón y se fue a otro sector de la vivienda.
"Cuando regresó observó que se quemó el asado y vio que los techos de machimbre y de chapa se estaban quemando".
"Le agradezco a Dios y a los chicos que nos ayudaron. Ellos llegaron primero, ya que corrieron rápido a nuestra casa. Luego se sumaron los vecinos", siguió diciendo.
Albina, un poco más tranquila, comentó que residen en el barrio desde hace 37 años.
"Aquí todo el mundo nos conoce", expresó mientras continuaba sacando agua del domicilio y su marido, subido a una escalera, observaba el daño que sufrió una parte del techo.
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