Merecido premio a la insistencia
Intenso, comprometido, persistente y luchador, Olimpo elaboró anoche una victoria que necesitaba para revalidar su buen arranque bajo la conducción técnica de Mario Sciacqua y sus pretensiones de mantenerse en la máxima categoría del fútbol argentino.
El cabezazo cruzado de Yonathan Cabral, a los 37 minutos del segundo tiempo, fue un premio a su búsqueda constante. Y no sólo en el marcador, también en el balance del juego el conjunto aurinegro le sacó una ventaja a Banfield. Más allá de sus dificultades habituales para llegar al gol, supo acumular los méritos suficientes para aferrarse a tres puntos vitales.
Un rato antes, Sarmiento de Junín le había ganado a Temperley generándole a la escuadra bahiense una presión extra en la puja por la permanencia. Sin embargo, después de un comienzo con mucho susto –tiro libre en el poste y posterior tapada de Gabbarini en el rebote–, Olimpo afirmó su postura en el terreno.
Durante varios pasajes repitió la imagen del lunes anterior frente a Colón, en Santa Fe, y llevó básicamente la iniciativa del encuentro. Presionó adecuadamente con la intención de recuperar rápidamente el esférico y darle inmediato destino hacia los volantes externos o los dos delanteros.
Villarruel y Blanco apuntalaron con quite y distribución, Tellechea y Pizzini inquietaron con sus corridas y la dupla ConiglioStrahman se movió permanentemente en procura de hallar los espacios.
El despliegue y la verticalidad del equipo bahiense no tuvo igualmente correspondencia en las aproximaciones al arco custodiado por Hilario Navarro. Le faltó profundidad y el último toque para hilvanar alguna maniobra de claro peligro.
Banfield giró alrededor de la habilidad de Brian Sarmiento y de la experiencia de Nicolás Bertolo. No obstante careció de argumentos futbolísticos para desbaratar el sólido desempeño de la retaguardia local.
En el complemento, Olimpo siempre intentó. A veces con más vértigo que ideas, es cierto, pero con una actitud ponderable. En la lectura del partido, Sciacqua acertó con los cambios. Rompió el medio y recargó la ofensiva con los sucesivos ingresos de Vidal y Pérez Guedes. Ahí ganó en agresividad, ahogó la salida de Banfield y lo quebró por arriba para provocar el oportuno desahogo que el Carminatti esperaba.
En su objetivo, Olimpo se acercó a Arsenal y Quilmes en los promedios, pero además mostró signos alentadores. No es poco...