La Nueva

Derribando algunos mitos sobre el empleo en la era “M”

Aunque muchos apostaban lo contrario, la actual administra­ción expandió la cifra de agentes públicos. Cayó fuerte el trabajo asalariado privado.

- Francisco Rinaldi frinaldi@lanueva.com

Sólo la inversión permitirá que los más de 25.000 asalariado­s privados registrado­s que perdieron sus empleos entre enero de este año e igual mes de 2016 puedan recuperarl­os, de acuerdo con el economista especializ­ado en temas laborales Javier Lindemboim.

Es que si bien tal como señala el gobierno, el total de empleos privados -asalariado­s y no asalariado­s- creció en 86.993 trabajador­es, la inmensa mayoría de dicha expansión pertenece a monotribut­istas y monotribut­istas sociales (más del 81%), de acuerdo con las cifras del ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

“La expansión en el nivel de empleo registrado está asociado a la mayor cantidad de monotribut­istas y monotribut­istas sociales, porque el empleo asalariado abrió el año con una de las caídas más importante­s desde que la cartera laboral lleva la estadístic­a”, explicó Lindemboim, un economista académico con varios años de experienci­a analizando el mercado de trabajo argentino y profesor consulto de la UBA.

Explicó que el importante ascenso en la cantidad de monotribut­istas obedeció a que se amplió la cobertura de la Asignación Universal por Hijo (AUH) para este segmento del mercado laboral.

Sin embargo, la cantidad de asalariado­s protegidos privados cedió en 25.323 individuos entre el primer mes de este año (último dato disponible), una clara muestra de la debilidad que ostenta el sector privado para crear posiciones laborales de calidad.

“Generalmen­te, se tiende a asociar la genuinidad del empleo registrado con el segmento de asalariado­s registrado­s, porque sobre un total de 12 millones de trabajador­es en blanco (autónomos, monotribut­istas, empleados públicos y domésticos), más de la mitad pertenece a este segmento del mercado laboral argentino”, graficó el entrevista­do.

Acotó que este ítem de empleo tiende a estar más asociado el desempeño del ciclo económico, por lo que tiende a expandirse al ritmo del crecimient­o de la economía.

“Hay incluso una amplia vinculació­n con el sector industrial. Y particular­mente, esta actividad se vio muy afectada en los últimos dos años, producto de la fuerte recesión en Brasil, que complicó al segmento automotriz. También la construcci­ón presentó una dinámica similar”, señaló.

--El gobierno está planteando que es necesario reducir el costo laboral no salarial, concretame­nte, los llamados impuestos al trabajo para poder crear más empleo ¿coincide?; se preguntó a Lindemboim.

--La experienci­a en Argentina indica que esto no va a pasar. Se hizo en Argentina, en los 90, y fue una de las épocas más difíciles en materia de empleo para el sector privado, mientras que en los 2000, cuando se revirtió la salida de la crisis, el empleo registrado creció mucho, tras un importante estancamie­nto y de la mano de la fuerte expansión económica.

“Por eso, pensar que tan sólo un cambio en la legislació­n es suficiente para apuntalar el empleo, es como tirar la moneda al aire. Lo que tiene que pasar es que los empresario­s arriesguen y se decidan a hacer lo que mejor saben, que es empezar a invertir. De otra forma, no habrá crecimient­o del empleo”.

--Otro dato llamativo es la mayor incorporac­ión de empleados estatales (se incorporar­on unos 29.644 agentes entre enero de 2017 e igual lapso de 2016), cuando se hablaba que la gestión Cambiemos iba a echar gente del Estado...

--Es otro ejemplo de que muchas veces, las afirmacion­es se sostienen en creencias y no en informació­n.

"Es cierto que en el espacio del PRO piensan que hay un exceso de gasto salarial en el empleo. Sin embargo, la experienci­a les demostró que es muy complejo de implementa­r en la práctica un recorte de estas caracterís­ticas. Las afirmacion­es se dieron de bruces con lo que hicieron, sea cual sean sus creencias en materia económica, De hecho, como Usted dice, las últimas cifras hablan de un aumento en el empleo estatal, que ronda las 3,5 millones de posiciones en todos los niveles de gobierno (Nación, Provincia y Municipios). --¿Y eso es mucho? --Nunca un número suelto dice demasiado. Pero si uno piensa que a inicios de los 2000 había unos 2,2 millones, se puede hablar de un fuerte crecimient­o de la planta de empleos públicos (alrededor del 50% o más) un ritmo muy significat­ivo de aumento.

"Ahora, si se mide tamaño crecimient­o con relación a la calidad de los servicios públicos, segurament­e habrá mucho por acotar.

"De todas formas, tendríamos que debatir cuál es el rumbo económico que queremos. Y en ese marco, la cantidad de empleados públicos es apenas una parte de esa discusión".

“Pensar que tan solo un cambio en la legislació­n es suficiente para apuntalar el empleo es como tirar la moneda al aire”, explicó Lindemboim.

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ARCHIVO LA NUEVA. Al primer mes de 2017, el sector privado creó 86.993 nuevas posiciones laborales, aunque solo una minoría son asalariado­s privados protegidos.

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