Inimputabilidad descartada y el juicio oral
A fines de mayo la jueza de Garantías Nº 1, Gilda Stemphelet, elevó a juicio la causa contra Marcelo Fabián Camarero (48), imputado por el crimen de Liliana Díaz Benítez.
Del mismo modo, la magistrada no hizo lugar al pedido de sobreseimiento elevado por su defensor, quien sostuvo que el procesado resultaba inimputable.
Fuentes judiciales informaron que Camarero renunció a la posibilidad de analizar lo ocurrido en un juicio por jurados, por lo que se espera la designación de un tribunal ordinario para realizar el debate.
En su resolución, Stemphelet entendió que se encuentra legalmente acreditado que el 8 de junio de 2016, entre las 19.30 y 21 aproximadamente, en el interior de un vehículo marca Peugeot, que se encontraba estacionado en una cochera ubicada en Irigoyen al 700, de Coronel Dorrego, Camarero efectuó un disparo a corta distancia con un arma calibre 9 milímetros, que impactó en el sector izquierdo de la sien de Díaz Benítez, provocándole la muerte por destrucción de la masa encefálica.
Según la acusación, el hombre había mantenido “con la mujer una relación de noviazgo y convivencia en la que, en reiteradas oportunidades, había insultado, degradado e incluso amenazado, haciéndolo desde su posición de preminencia por la condición de varón respecto de la condición de mujer de la víctima y su superioridad de fuerza".
La jueza desestimó el pedido del abogado defensor particular, Ignacio Francisco De Franco, quien consideró que al momento del hecho el imputado “no pudo comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones”.
En una declaración, Camarero dijo que sufría un estado depresivo, tomaba clonazepam y tenía problemas de alcoholismo. Agregó que no recordaba nada de lo sucedido.