Arquitectura. Un particular diseño para una facultad en Ruanda (África).
Un edificio acorde a la geografía, con materiales autóctonos y una organización simple y efectiva.
Organizada en varios volúmenes, la facultad es el resultado de un concurso nacional de ideas, privilegiando las formas y materiales propios del sitio de emplazamiento.
Siempre es un desafío resolver edificios educativos, sobre todo si forman parte de un campus universitario. En este caso se recurrió a un concurso internacional -ganado por Patrick Schweitzer & Associés- por parte del Gobierno de Ruanda para la nueva Facultad de arquitectura en Kigali, capital de esa república de África.
La escuela resultante, de 5.600 m2 y capacidad para 600 estudiantes, se destaca en el campus de la Facultad de Ciencia y Tecnología, y es una muestra del uso de recursos del lugar, sustentabilidad y una propuesta donde la arquitectura comienza a hablar con voz propia.
Un pensamiento
El edificio es resultado de un análisis del sitio.
Su arquitectura está inspirada en el territorio, en los colores y formas de la naturaleza. Los cuatro elementos están presentes en el edificio: el fuego, con el color naranja; el agua en el jardín interior, el aire en las circulaciones y la tierra con el uso de roca de lava y tierra apisonada.
La propuesta es la generación de prismas inspirados en el paisaje y la topografía de Ruanda, un proyecto que es, en sí mismo, una herramienta pedagógica.
La arquitectura muestra incluso el proceso de construcción a los estudiantes, alentándolos a utilizar los recursos locales.
Los techos y carpinterías son de madera del lugar, las losas se moldearon in situ y se usaron encofrados removibles tradicionales.
Se favorecieron soluciones técnicas simples de mantener.
Se ubicó una rampa para llegar al segundo piso. No hay equipos de aire acondicionado sino un eficiente sistema de ventilación natural. La luz diurna proporciona condiciones saludables y agradables al tiempo de reducir la demanda de iluminación artificial.
Los muros de hormigón están aislados, sellados y revocados para controlar el aumento de calor solar. El edificio se ocupa de la recolección y almacenamiento de aguas lluvia.
La distribución
La planta baja incluye administración, laboratorios, talleres y auditorio.
En el primer piso, trece prismas albergan estudios de arquitectura y aulas.
Cada sala tiene una identidad distinta, que se refleja en su volumen, color y vista.
El espacio para estar al aire libre incluye stands y bancos, de modo de favorecer reuniones e intercambios.
Las partes del edificio están conectadas por pasarelas, que permiten una articulación y dan una identidad visual dinámica.
La postura del estado fue seleccionar un diseño fuerte, basado en una arquitectura simple y didáctica en un país en desarrollo, donde se espera que la población se duplique para el 2050.
Tal vez hayan considerado aquel pensamiento de Winston Churchill que menciona que los hombres hacen un edificio para que luego el edificio haga al hombre.
Conscientes del impacto de los espacios y los lugares, apostaron a disponer del mejor de los pensamientos.