Distancia entre supermercados: denuncian un interés sectorial
Una facción de los comerciantes asiáticos cree que el verdadero motivo de la ordenanza que aprobó el Concejo Deliberante es cuidar el interés de los supermercadistas nacionales que no quieren competir contra ellos.
La ordenanza municipal que estableció una distancia mínima para la instalación de nuevos supermercados trajo cola.
La norma, que dice que los nuevos comercios no podrán estar a una distancia menor de 500 metros entre sí –-o 700, según su categoría--, estuvo motivada por la reciente disminución en las ventas, principalmente de los comercios más pequeños, con la posibilidad de cierre o la pérdida de fuentes de trabajo que la misma trae aparejada.
Desde un sector de los comerciantes chinos creen que la medida en realidad responde a otra razón, ni más ni menos que el interés de los comerciantes bahienses de no competir contra los asiáticos, que proliferaron en los últimos años “a fuerza de buenos precios y trabajar en horarios en que otros no lo hacen”.
“Lo que hicimos los últimos años puntualmente fue tratar de 'vender' a Bahía Blanca a la comunidad china que vive en Argentina y en algunos casos hasta directamente en China. Siempre obtuvimos respuesta, es muy normal que nos llamen desde Buenos Aires para interiorizarse en profundidad en las posibilidades que ofrece nuestra ciudad”, sostuvo Santiago Vecchi, proveedor de servicios inmobiliarios y comerciales a comerciantes chinos.
Según Vecchi, más allá de la medida en sí que puso fin a la llegada masiva de proyectos comerciales a nuestra ciudad, lo reprochable fue la forma y la celeridad con que se trató el asunto en el Concejo Deliberante.
“Nunca se nos notificó a los representantes del rubro, nos podrían haber invitado y permitirnos exponer nuestro punto de vista. Esto nos congestionó un proceso de creación de cuatro nuevos comercios, con importantísimas inversiones que ahora posiblemente queden truncas. La realidad es que el negocio se rompió”, afirmó el abogado.
“Nosotros tenemos la convicción de que lo importante es el valor de la mercadería y a qué precio le llega a la gente, sin importar tanto si el que la vende es chino, argentino, bahiense o si lleva muchos años en esto. Desde el punto de vista sentimental a nadie le gusta llegar a un lugar y romperle el negocio a un comercio de muchos años, pero los barrios por algo respondieron tan bien ante los chinos, y es por la alternativa de precios que ofrecen”, analizó quien lleva más de 10 años trabajando con asiáticos.
“El modus operandi del oficialismo, pasando por el Concejo como escribanía, es dar respuesta inmediata a un sector de comerciantes que lo único que buscaba es no competir. No se atendió a los que estamos trabajando hace muchísimos años para que capitales extranjeros vengan a Argentina".
Y amplíó: "La ordenanza no lo dirá explícitamente, pero acá los únicos que resultan perjudicados de hecho son los chinos. También me gustaría saber con qué regla se va a medir lo de los 500 metros, que en algunos casos pueden ser apenas tres cuadras”, lamentó Santiago Vecchi.
Según el abogado, en la actualidad en nuestra ciudad hay alrededor de 80 supermercados chinos, de los cuales 30 se instalaron en los últimos dos años.
“Es cierto que dentro de los chinos también hay comerciantes que apoyaron la ordenanza, pero es porque ya tienen un mercado cautivo y no quieren más competencia. Pero para la ciudad, tener más competencia es tener mejores precios, y si bien es cierto que directamente estos supermercados no generan tanto empleo local, mejoran el mercado e indirectamente hay muchas distri- buidoras que funcionan exclusivamente gracias a ellos”, explicó.