Condenado a seis años y medio de cárcel por un violento asalto
El acusado quiso ahorcar a la víctima con un cable y amenazó con cortarle una oreja si no le daba dinero.
“Me daba por todos lados y yo no podía hacer nada, trajo un cable negro de 15 metros y me pegó una vuelta en el cuello y yo metí la mano y me lo saqué de encima”.
Así describió un vecino de Coronel Suárez el violento ataque que sufrió el pasado 19 de abril, cuando un joven lo golpeó brutalmente y hasta lo amenazó con cortarle una oreja si no le entregaba dinero.
Producto del ataque, Rubén Heiland sufrió fracturas en el rostro y deberá someterse a una intervención quirúrgica.
Tras el hecho el acusado escapó en un taxi junto a una chica que era conocida de la víctima, aunque a las pocas cuadras el rodado fue interceptado por la policía y lo detuvieron.
Por el caso el Tribunal en lo Criminal Nº 1 condenó a Dionel Ruffa (19) a la pena de seis años y medio de prisión, por el delito de robo agravado por haber provocado lesiones graves y haber sido cometido con un arma.
Para los jueces Ricardo Gutiérrez, Hugo Adrián De Rosa y Eugenio Casas se acreditó que el día 19 de abril, minutos después de las 22, en una casa de General Paz al 600, de Pueblo San José, el imputado le sustrajo a Heiland unos tres mil pesos y un teléfono celular.
En esas circunstancias lo amenazó diciéndole “dame la plata porque te voy a matar", a la vez que le aplicaba golpes de puño en el rostro.
Producto del ataque el damnificado sufrió fractura de cráneo, nasal y maxilar, además de cortes en el labio inferior.
Durante el ataque tomó un cable y lo pasó alrededor del cuello del hombre, “no logrando ceñir su nudo por la resistencia ejercida”.
También, según se menciona en el fallo, Ruffa tomó un cuchillo con el que intimidó a la víctima refiriéndole “dame la plata o te corto la oreja”.
Al declarar, Heiland dijo que estaba en un bar con un
El damnificado describió que producto del ataque estuvo siete días internado y que debe someterse a una intervención quirúrgica.
amigo y luego regresó a su casa junto a una chica amiga y el acusado.
Explicó que abrió la puerta y “ahí nomás me empezó a pegar, y quedé en el piso y me siguió dando, me desfiguró todo”.
Describió el ataque y mencionó que la mujer le decía al imputado “dejá, vámonos”, aunque también sostuvo que le impedía salir del lugar.
Comentó que cuando la pareja se retiró salió como pudo y pidió ayuda a los vecinos.
Negó haber discutido con Ruffa, reiterando que el sospechoso lo comenzó a atacar inesperadamente.
El acusado admitió que golpeó al hombre, aunque negó haberle robado.
De todas maneras, los jueces entendieron que la versión no se corresponde con la prueba reunida y que solo intentó mejorar su situación.
En este sentido, valoraron los testimonios de los policías que detuvieron al acusado y el hecho de haber secuestrado dinero en su poder, entre otros elementos.