Vos sí que sos mi amigo
Que bien le sienta a Olimpo jugar ante Aldosivi, sea en la categoría que sea. Es un amigo invitado a la fiesta, que siempre cae simpático porque lo tiene recontra alquilado.
En la Copa Argentina, donde todo se equilibra y las sorpresas están vigentes, un equipo plagado de juveniles le puso el pecho a una situación difícil --entre deudas e inhibiciones--, dejó el alma en la cancha y se llevó un premio más que merecido.
Muchos dirán que Bonjour está tocado por la varita mágica, pero lo cierto es que no se notaron diferencias entre un plantel que se está armando para jugar la Superliga y otro con escaso roce en el profesionalismo.
Olimpo soportó el asedio
El segundo tiempo fue de ida y vuelta, pero Olimpo siempre estuvo más cerca de desnivelar. Partidazo de los pibes.
inicial, pecó de ingenuo en un par de pelotas paradas, pero se repuso con coraje, orden y tranquilidad.
Y le pagó a su rival con la misma moneda. Un córner de Vidal, una cortina de Orozco y la aparición de Ferreyra --parecía la noche de los Nº 6—para decretar el empate de cabeza.
Los pibes asimilaron los conceptos de presión alta – lo hicieron bien Vidal y Axel Rodríguez--, esfuerzo para retroceder con la marca (Fornari y Belleggia) y un acertado cometido del debutante pigüense Valentín Otondo. También Ibáñez lució preciso y la línea de fondo casi no tuvo desajustes.
Y se llegó a la estresante definición de los penales, donde Lacunza rompió el molde de patear fuerte y al medio, como pedían sus compañeros, para ubicarla con una caricia, de esas que arrancan sonrisas y cambian estados de ánimo.