El Fondo Monetario Internacional abrirá una oficina en Buenos Aires
Con máximo sigilo y cautela, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) avanza en instalar sus oficinas en Buenos Aires para desplegar un staff de expertos y personal administrativo destinados a monitorear el cumplimiento de las metas económicas y fiscales acordadas con la Argentina.
Si no surgen trabas burocráticas inesperadas, el FMI abrirá sus puertas en agosto para recibir a la primera delegación de técnicos que llegará desde Washington para comprobar si se están cumpliendo las medidas de ajuste fijadas en el memo de entendimiento.
El trabajo de la oficina en Buenos Aires es fácil de explicar: redactará documentos secretos describiendo la situación económica de la Argentina y analizando el panorama político que protagonizan Mauricio Macri y la oposición. Christine Lagarde, directora ejecutiva del FMI, quiere saber en tiempo real si Macri está cumpliendo las metas acordadas y si el peronismo tiene posibilidades de regresar a la Casa Rosada.
Hasta ahora, la directora Lagarde, el board del Fondo y sus expertos solo accedían a la información pública y reservada que se aportaba desde la administración de Macri.
Con la apertura de las oficinas en Buenos Aires, el futuro representante del FMI podrá consultar además a la oposición y a los expertos privados que analizan y reportan la situación de la economía. La suma de la información oficial y los dossiers privados permitirán al FMI tener una visión más detallada de la compleja realidad nacional.