¿Estás radicado definitivamente en nuestro país?
—Nunca cierro puertas, porque pasé mucho tiempo de mi vida en España y se me puede abrir alguna. Eso lo asume tanto mi familia como yo. Aunque hoy estoy muy abocado al club, en terminar el microestadio, en desarrollar a los chicos y pasar tiempo con amigos ahí. Hoy me siento a gusto en la ciudad.