Se mantiene el peligro en la costa este de Estados Unidos
La zona atlántica del país permanecía ayer bajo la amenaza de inundaciones a gran escala, después del violento paso del huracán Florence, que hasta el momento se cobró 13 víctimas.
El sudeste de Estados Unidos permanecía ayer bajo la amenaza de inundaciones a gran escala, después del paso del huracán Florence, que se cobró la vida de más de una decena de personas en la costa atlántica del país.
La cifra provisional es de 13 muertes, 10 en Carolina del Norte y tres en Carolina del Sur.
La tormenta Florence pasó de tormenta a depresión tropical, pero las fuertes ráfagas de viento y las lluvias intensas sufridas desde el viernes en los dos estados del sudeste del país siguen siendo un peligro para los habitantes.
La lluvia continuó cayendo ayer en el condado de Pitt, Carolina del Norte. Las inundaciones localizadas seguían afectando el área, que desde el viernes presenta un cielo oscuro y bajo, y campos agrícolas anegados.
Los servicios de rescate en la pequeña localidad de Grifton seguían alertas, mientras el jefe de bomberos, Justin Johnson, pronosticaba para el miércoles la peor inundación del río Neuse.
“Lo que más me preocupa son las comunidades aisladas, las personas que están atrapadas en sus hogares y que pueden no tener acceso a medicamentos o servicios de emergencia”, explicó el jefe de la Agencia Federal de Servicios de Emergencia Brock Long.
“Todavía no hemos visto lo peor de las inundaciones”, advirtió el almirante Karl Schultz, que supervisa las operaciones de la Guardia Costera. La situación “podría ser aún más catastrófica” a partir del lunes (por hoy), añadió el militar.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, instó a los evacuados a no intentar regresar a sus hogares por el peligro que representan las carreteras que aún están inundadas. Las autoridades también han emitido órdenes de evacuación en varios condados del estado por el riesgo de inundaciones.