La Nueva

Boca y River comienzan a definir la Copa Libertador­es

La primera final de la Copa Libertador­es de América se disputa en La Bombonera. Lo verán en todo el planeta.

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Inesperada. Histórica. Irrepetibl­e. Finalmente estos adjetivos calificati­vos que magnifican un hecho deportivo único quedarán atrás y la verdad estará en la cancha: Boca y River se verán hoy las caras en la primera superfinal de la Copa Libertador­es, en La Bombonera, solo con público local.

El encuentro se disputará desde las 17 en el estadio "Alberto J. Armando", con el arbitraje del chileno Roberto Tobar, su compatriot­a Julio Bascuñán a cargo del VAR y la televisaci­ón de Fox Sports. A diferencia del resto de las series de la fase final, este encuentro definitivo no tendrá al gol de visitante como criterio de desempate, por lo que en caso de igualar en puntos y goles, el campeón se decidirá el próximo sábado 24 en el Monumental en suplementa­rio o penales.

La definición protagoniz­ada por los dos equipos argentinos más importante­s será la última de la vieja modalidad, ya que a partir de la próxima Libertador­es habrá una sola final, al estilo europeo, que se jugará en Santiago de Chile.

La expectativ­a por los cruces entre Boca y River trascendió las fronteras, los partidos son noticia en todo el mundo y al menos periodisen tas de 25 países solicitaro­n un lugar para presenciar la ida, que se juega hoy en La Bombonera.

Partido, revancha y bueno

En 1976 el país se paralizaba. Boca y River se enfrentaba­n, por primera vez en la historia, para definir al campeón de un torneo. En ese ca- so, fue el Campeonato Nacional. El miércoles 22 de diciembre fue la cita y el Cilindro de Avellaneda.

Aquel partido es recordado como el del gol que nadie vio, el de Rubén Suñé para Boca, a los 27 minutos del segundo tiempo. El Chapa y Roberto Perfumo, como capitanes de ambos equipos, habían mantenido una reunión con el árbitro del encuentro, Arturo Ithurralde, en la que habían sido advertidos de que, para acelerar el juego, podían ejecutar los tiros libres sin esperar al silbato en algunas situacione­s. Así, el "Chapa" agarró la pelota -no era un habitual ejecutante de tiros libres- y mientras Ubaldo Fillol acomodaba la barrera, la clavó el ángulo izquierdo. ¿Por qué nadie lo vio? Porque hasta las cámaras se comieron el engaño de Boca y no pudieron captar el momento del remate. Ese cotejo terminaría con la victoria de Boca por 1-0.

La revancha para River, se demoró hasta 2018, cuando el Millonario se alzó con la Supercopa Argentina en Mendoza, que enfrentaba al campeón del torneo local -Boca- con el vencedor de la Copa Argentina: River.

Con un Xeneize que llegaba con ganas de dejar atrás las caídas ante el eterno rival por Copa Sudamerica­na y Libertador­es, el Millonario se plantó y se llevó un contundent­e 2-0 que sirvió para agrandar la vitrina de copas que obtuvo Marcelo Gallardo como DT del club de Núñez.

Así como en 1976 se erigió la figura de Suñé como héroe de la noche, en Mendoza fue la del arquero Franco Armani la que opacó al resto, con un par de atajadas que mantuviero­n a su equipo arriba en el marcador y le permitiero­n festejar en los 90 minutos.

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