La Iglesia acordó resignar los aportes que recibe del Estado
La Conferencia Episcopal Argentina buscará “el reemplazo gradual” de los $ 130 millones anuales que le entrega el Gobierno “por alternativas basadas en la solidaridad de los fieles”.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) acordó en una decisión histórica "el reemplazo gradual de los aportes del Estado por alternativas basadas en la solidaridad de los fieles", lo que implica la renuncia a unos $ 130 millones aproximadamente que recibe cada año y conformó una comisión que trabajará en la creación de un fondo solidario, además de continuar en diálogo con el gobierno nacional para consensuar "diversas alternativas que facilitarán" el traspaso de una modalidad a la otra.
Así lo informó la oficina de prensa de la CEA, al término de cinco días de deliberaciones de un centenar de obispos llegados de todo el país, que se reunieron en la casa de retiros El Cenáculo, de Pilar, encabezados por el presidente del cuerpo y obispo de San Isidro, Oscar Ojea.
"Los obispos reunidos en la 116° Asamblea Plenaria han confirmado aceptar el reemplazo gradual de los aportes del Estado (asignaciones a los obispados, becas para los seminaristas y parroquias de frontera), por alternativas basadas en la solidaridad de las comunidades y de los fieles, asumiendo el espíritu de las primeras comunidades cristianas, que ponían lo suyo en común (Hechos de los Apóstoles 2,44)", se indicó.
Según lo previsto este año, el aporte económico que el Estado le hace a la Iglesia asciende a unos $ 130 millones, cifra que representa solo el 7 % del presupuesto total que maneja el Episcopado.
Asimismo, la CEA informó que se creó una comisión para el "sostenimiento de la misión evangelizadora de la Iglesia", que trabajará en la "creación de un fondo solidario y la continuidad del diálogo con el gobierno nacional, consensuando diversas alternativas que facilitarán este reemplazo".
De esta manera, queda confirmado por el plenario de obispos el cambio al actual sistema de sostenimiento de culto que la Iglesia venía estudiando hace meses en diálogo con el Estado, bajo un estricto hermetismo.
En la última reunión de la comisión permanente, en agosto, los obispos recibieron un informe del grupo que integran la Jefatura de Gabinete, la Secretaría de Culto y la CEA que se estaba encargando de analizar alternativas al actual sistema.
Se acordó entonces estudiar propuestas, con "el fin de ir resignando de manera gradual las asignaciones que reciben los obispos de parte del Estado", se informó.