Cómo evitar las manchas tras la exposición al sol
La principal causa de estas lesiones es mantenerse muchas horas y sin tener la cobertura en la piel.
i bien la tendencia indica que hay mayor conciencia en torno a los peligros de una exposición solar inadecuada, aún muchas personas eligen hacerlo y pueden sufrir el efecto colateral menos deseado: manchas en la piel.
Durante las vacaciones, la exposición al sol es más prolongada e intensa que la habitual, por lo que es necesario estar alertas a cómo quedará la piel después estar al sol, si quedarán manchas y si es posible tratarlas.
“Los rayos UV activan la producción de pigmentos en la piel y también con el tiempo van dañando algunos sistemas en las células, lo cual genera a corto y largo plazo fotoenvejecimiento con manchas y daño en las fibras de colágeno y elastina, engrosamiento de la piel y en el peor de los casos tumores. Las pieles blancas con ojos claros, cabello rubio o pelirrojo son más propensas a mancharse, pero todos los tipos de piel tienen que cuidarse”, recomienda Daniela Sánchez, directora médica de una empresa dedicada al cuidado de la piel.
Sánchez destacó que “las manchas son tratables con aparatología específica”.
Los tratamientos más recomendados para eliminar manchas y lograr un tono de piel homogéneo son las terapias
Slumínicas.
La experta advirtió también que “hay que tener especial cuidado si se está rea- lizando un tratamiento con antiácidos”, por lo destacó que “en verano es recomendable suspenderlo ya que puede empeorar el cuadro”.
Sánchez dijo que “en el polo opuesto, hay algunos elementos que son aliados para tratar las manchas, como la vitamina C, un potente antioxidante y blanqueador”.
“Dependiendo de la piel de cada paciente y de la época del año también se pueden usar alfahidroxiácidos, ácido retinoico y blanqueadores más fuertes como la hidroquinona”, comentó.
La experta afirmó que, al maquillarse, es necesario “tener en cuenta siempre antes colocarse protector y utilizar productos hipoalergénicos y oil-free”.
“Con estas precauciones y utilizando protector solar siempre -inclusive cuando estamos a la sombra y en días nublados- se evitarán las manchas y la piel lucirá fresca y revitalizada”, explicó.
De qué se trata
La queratosis actínica (QA) o manchas solares afectan mayormente a partir de los 45 años y, según los expertos, deben interpretarse como un indicador de que un paciente tiene un “alto riesgo” de desarrollar cáncer de piel.
Se trata de una enfermedad dermatológica en la que aparecen lesiones rosadas, ásperas y escamosas causadas por la acumulación de la radiación ultravioleta a lo largo de la vida.
La principal causa de la QA, una lesión precancerosa, es una exposición excesiva al sol y de forma prolongada debida a actividades al aire libre.
La mayor parte de los pacientes presentan lesiones múltiples y varias zonas afectadas, siendo la cara el área más afectada en gran parte de los casos.
El número de lesiones y zonas afectadas aumenta a medida que se incrementa la edad de la persona afectada.
Difíciles de detectar
En muchos casos, la QA es asintomática, con frecuencia las lesiones son poco visibles a la autoexploración para personas de avanzada edad y, además, incide en un grupo de edad donde el posible impacto estético de tener manchas en la piel no tiene mucha relevancia.
De hecho, un estudio demostró que solo en el 19,3 % de los pacientes el motivo de la consulta fue la QA, mientras que el resto consultó por otros motivos y el 11,7 % fueron diagnosticados de estas lesiones.
La edad media del diagnóstico es 74,3 años y su presencia es mayor en hombres (59,5 %) que en mujeres (40,5 %).
Los autores del estudio abogan porque los médicos adopten una actitud “proactiva” en la detección y tratamiento precoz de estas manchas solares, y apuestan por “una educación sanitaria de protección solar” desde las escuelas.