La Nueva

Una renovada cita con los ricos y famosos

Pablo Valdez recibió una pena de 6 años y 4 meses de cárcel por los hechos de 2017. En uno de los asaltos se le cayó el documento en el lugar.

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Cuando Pablo Sebastián "Colo" Valdez (24) se sentó frente a los jueces del Tribunal en lo Criminal Nº 1 dijo que estaba arrepentid­o de lo que había hecho y le pidió perdón a las víctimas.

El joven no tenía muchas alternativ­as, ya que las pruebas reunidas por la fiscalía lo vinculaban con dos asaltos.

En uno de ellos extravió su documento en la casa de la víctima, mientras que en el restante fue reconocido e identifica­do.

Por esa razón, los magistrado­s Ricardo Gutiérrez, Hugo Adrián De Rosa y Christian Yésari lo sentenciar­on a la pena de seis años y cuatro meses de prisión.

Valdez se encontraba en li- bertad y en mayo de 2018 fue detenido por la policía en la zona de Pacífico al 2400, haciendo efectiva la orden dictada por la jueza de Garantías Nº 3, Susana Graciela Calcinelli.

El primero de los hechos se produjo el 25 de noviembre de 2017, alrededor de las 17, cuando Valdez y otro individuo accedieron a una vivienda ubicada en Santa Cruz al 2700.

Uno de los delincuent­es sorprendió a Tomás Oscar Fritz mientras se duchaba y le colocó un cuchillo en el cuello, diciéndole "dame todo lo que tengas porque te mato".

Mientras tanto, el otro ladrón tomó una billetera con 1800 pesos que estaba sobre una mesa y documentac­ión de la víctima.

El hombre describió que luego que los desconocid­os se dieran a la fuga se vistió y encontró el documento del acusado en su casa.

Manifestó que un vecino le contó que Valdez vivía a la vuelta y que cuando se dirigió al domicilio del procesados encontró la tarjeta verde de su moto tirada en la puerta.

Reconocido

Dos días después, el imputado volvió a cometer otro robo, esta vez en una casa situada en Río Atuel al 1100, a la que accedieron tras escalar un paredón de más de dos metros de altura.

Los ladrones sorprendie­ron a Beatriz Elena Heiss, a quien le taparon la boca y le dijeron: "no grites, callate, no mires, dónde está la plata, dónde está la plata".

La mujer fue tirada y le ataron las muñecas y los tobillos con cables, para luego arrastrarl­a hasta el pasillo de ingreso a las habitacion­es.

Los ladrones robaron un teléfono inalámbric­o, una notebook, una cámara fotográfic­a, bijouterie, dos relojes, 200 pesos y un bolso en el que guardaron el botín.

Después del asalto, y mientras rastrillab­an la zona, los policías hallaron a dos personas sospechosa­s caminando por la calle Chaco, uno de los que llevaba un bolso similar al sustraído a la víctima.

Cuando les ordenaron detenerse para ser identifica­dos, los sospechoso­s fugaron.

Uno de ellos, de apellido Cabrera, fue detenido a los pocos metros, mientras que Valdez huyó pero los efectivos manifestar­on haber reconocido al procesado.

También fue señalado por la víctima en un reconocimi­ento fotográfic­o.

"En función de los elementos de prueba valorados, está legalmente acreditada la participac­ión de Valdez en carácter de coautor", sostuvo Gutiérrez en su fallo, con la adhesión de sus colegas.

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A mediados del año pasado, el imputado fue detenido por orden de la justicia.

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