¿Quién no recuerda el botellón con la etiqueta amarilla?
La Oleaginosa de Huanguelén (L.O.H.) comenzó a funcionar en 1943, pero su época de gloria puede segmentarse a las décadas de los 70 y de los 80.
Por entonces, la firma consiguió un reconocido prestigio, tenía sedes en todo el sur del país y llegó a contar, cuando se recibía la materia prima en bolsas de 50 kilos, con 198 empleados en forma directa.
En la sede de boulevard Gahan se molía todo el año, se fraccionaba y, finalmente, se repartía en algunos de los 8 camiones propios que se llegó a tener.
No son pocos quienes todavía recuerdan —con nostalgia— el botellón de vidrio, con etiqueta amarilla, de girasol puro. O Acendrado, que era una segunda marca, de una aceite mezcla. O la de etiqueta verde, con cortes de mezcla del 10 % de oliva o la etiqueta roja, con las mismas características. En el mercado, inclusive, se llegó a comercializar una tercera marca: Huanguelén.
Pero eso no era todo. También se manufacturaba jabón en polvo y en barra, en panes e, incluso, detergente. A principios de los 80 se llegó a fraccionar jugo de naranja y de pomelo, utilizando como materia prima a los productos Pindapoy.
Diferentes cambios de dueños, y cuestiones económicas y de mercado, terminaron con La Oleaginosa de Huanguelén (Agroindustrias Bonaerenses SA) radicada en ocho hectáreas en el parque industrial de la ciudad bonaerense de Bolívar.