La puja por la intendencia tiene 2 candidatos centrales
La principal oferta opositora se tiñó de kirchnerismo y eso puede reducir sus chances de desbancar a Héctor Gay.
Despejadas las últimas dudas luego del cierre de listas quedó claro que la carrera por la intendencia de Bahía Blanca será una lucha de dos.
El jefe comunal Héctor Gay y el opositor Federico Susbielles se perfilan para sacar amplia ventaja respecto de los demás postulantes.
Cambiemos parte con el respaldo de dos triunfos electorales muy sólidos en los años 2015 y 2017 (43% y 49% para sus candidatos locales, respectivamente) más una gestión municipal que, más allá de los puntos altos y bajos que toda administración puede tener, no sufrió ningún problema de magnitud como para erosionar de manera seria la campaña del intendente.
Además, el tablero nacional le ofrece a Gay un plus. El Frente de Todos es un bloque de unidad peronista que tiene como locomotora indiscutible al kirchnerismo, sector que nunca terminó de hacer pie en una ciudad como esta, tradicionalmente inclinada a opciones no justicialistas.
Para que Gay pierda hace falta que un porcentaje significativo del electorado que rechazó a Cristina Kirchner y a sus diferentes candidatos en oportunidades anteriores se dé vuelta y la respalde. No parece sencillo.
¿Dónde están las esperanzas de Susbielles? La crisis económica le puede restar muchos votos a Mauricio Macri y, así, atenuar la ola amarilla que inundó a Bahía en los dos turnos electorales anteriores.
Además el actual senador provincial tiene el mérito de haber encolumnado a corrientes dispersas y hasta enfrentadas del justicialismo detrás de su candidatura.
El peronismo, todo junto, podría arrimar al 40% de los votos, en especial en una elección hiper polarizada.
Pero en el arrastre de los tramos superiores de la boleta es dudoso que Alberto Fernández-CFK aporten más que Macri y hoy nadie duda de que María Eugenia Vidal va a apuntalar a Gay como no podrá lograrlo Axel Kicillof con Susbielles.
Agosto, ¿irreversible?
Estos comicios tienen muchas singularidades. Sobre todo, será la primera vez desde que existe el sistema PASO que la discusión es netamente de a dos.
En 2011 el entonces intendente Cristian Breitenstein casi no tenía rival, ya que enfrentaba a una oposición muy dividida cuyas expresiones individuales (Raúl Woscoff con Integración Ciudadana, Martín Salaberry con Udeso o José Zingoni con el Frente Amplio Progresista) eran incapaces de soñar con el 25% de los votos.
Y en 2015, a diferencia de 2019, Cambiemos y el Frente Para la Victoria sí se sometieron a enfrentamientos en primarias. Ese agosto la suma de ambos competidores de Cambiemos dio 37% (33,7% de Gay más 3,3% del radical Roberto Ursino) mientras que la del FPV fue un expectante 32,65% (24,5% de Marcelo Feliú y 8,15% de Iván Budassi). En octubre ambos crecieron, pero más lo hizo el experiodista: terminó 43,1% a 35,4%.
En esta oportunidad, la votación del 11 de agosto podría ser una aproximación muy cercana al 27 de octubre. Ni Gay ni Susbielles tienen competidores internos en las PASO y, además, las otras opciones parecen demasiado lejos de resultar competitivas.
Consenso Federal, que responde a la fórmula presidencial Roberto LavagnaJuan Manuel Urtubey, lleva como candidata a María Rosa Cuadro, empresaria pyme y militante barrial. El nivel de conocimiento de Cuadro entre el electorado es bajísimo e instalar una candidatura es un trabajo de meses sin éxito garantizado.
El propio Susbielles, exbasquetbolista, actual presidente de la Confederación Argentina de Básquet y excandidato a intendente en 2007 debió remar desde fines del año pasado para levantar sus niveles de conocimiento. Y todavía le falta, aunque ahora lo ayudan la inminencia de la campaña y que cada visita de figuras nacionales del Frente de Todos lo tendrá en la foto.
Cuadro puede aspirar como máximo a ingresar un representante en el Concejo Deliberante, para lo cual hace falta un 8,33% en octubre. Para eso necesita que su principal arma, Lavagna, no se derrumbe.
El cuarto aspirante al sillón de Bordeu es el histórico Néstor Conte, del Frente de Izquierda. Su objetivo, al igual que el lavagnismo, es ese 8,33% que nunca obtuvo su fuerza política.
Luego hay expresiones políticas menores, que quizás no superen el 1,5% imprescindible en primarias para participar en las generales.
Visto desde hoy, todo parece enderezado para que Gay reelija. Hasta lo admiten desde campamentos rivales. Más aún: una victoria por 8-9 puntos porcentuales en agosto sería una ventaja indescontable y casi decretaría su reelección. No obstante, de aquí a las generales falta mucho y Argentina es un país demasiado inestable.
Es la primera vez desde que existe el sistema PASO que en Bahía Blanca la discusión es netamente de a dos.
Puntos débiles
¿Qué puede hacer Susbielles para ser lo más competitivo posible? Seguir transpirando la calle y, sobre todo, continuar trajinando acuerdos con los peronistas que quedaron dolidos después del cierre de listas, además de convocar