Cómo puede impactar la planificación urbana en la salud mental.
La falta de espacios públicos adecuados y el maltrato del patrimonio arquitectónico afectan al ser humano.
De acuerdo la Organización de las Naciones Unidas, el 68% de la población mundial vivirá en
ciudades para el 2050. Frente a esta tendencia, es que psicólogos, arquitectos, ingenieros, geógrafos, y profesionales vienen realizando estudios interdisciplinarios para comprender cómo las ciudades pueden mejorar la calidad de vida de las personas. El exceso de ruido, la ausencia de zonas verdes, el descuido de la imagen urpueden bana inciden sobre el estado psicológico.
El acceso a los espacios verdes, los lugares que promueven la comunicación social, y aquellos que brindan un sentido de seguridad y confortabilidad son facilitadores del bienestar psicológico.
Bahía Blanca
Al recorrer la ciudad se percibir elementos del espacio público que permanecen desatendidos. Los espacios verdes, el pésimo mantenimiento de la traza vial, el patrimonio arquitectónico deteriorado.
Parte de la responsabilidad recae sobre los ciudadanos, que muchas veces no cuidan esos espacios.
Esta conducta puede comprenderse a través de lo que los psicólogos ambientales denominan “desapropiación del espacio”. cuando las personas no sienten que un ámbito les pertenece, no logran integrarlo en su identidad.
El impacto
Es lógico pensar que las condiciones mencionadas tienen un impacto negativo, aumentando los niveles de ansiedad, cansancio e irritabilidad de los vecinos.
Existen en la ciudad oportunidades desaprovechadas en la creación de entornos más saludables.
Restaurar el patrimonio arquitectónico, por ejemplo, puede generar un sentido de apropiación que fortalezca una identificación y mejore el nivel de autoestima. La refacción de una plaza puede servir para generar un espacio de socialización y reducción del estrés.
Una ciudad que busca contribuir al desarrollo psicosocial de sus habitantes no debe descuidar los espacios donde se desenvuelve la vida de las personas que se ven afectadas por el diseño urbano.
Bahía Blanca todavía cuenta con un patrimonio arquitectónico valioso, espacios verdes que pueden impactar positivamente sobre la salud mental de sus habitantes. Las decisiones que se tomen marcarán el futuro de la ciudad y de sus ciudadanos.