La Nueva

El juez que se jubiló aplaudido habló de la Justicia y sus bemoles

El doctor José Luis Ares y el “reclamo punitivist­a” de la sociedad: “Se opina sin conocer, pero nunca me preocupó”.

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Los casi 33 años en el Poder Judicial convierten al ahora exjuez José Luis Ares en una persona idónea para opinar sobre distintos aspectos del servicio, a pocos días de haberse jubilado como titular del Juzgado en lo Correccion­al Nº 1.

Ares advierte un “reclamo punitivist­a” en la comunidad bahiense vinculado con la “disconform­idad” de algunos sectores.

“Si al procesado lo condenan a 10 años de cárcel, tendrían que haberle dado 20; si le dan 20, tendrían que haberlo penado con prisión perpetua; y si lo absolviero­n, deberían haberlo condenado”, sostuvo.

“Se opina sin conocer el caso ni tener demasiados argumentos, pero eso nunca me preocupó. Como juez, fiscal, defensor o cualquier otro operador del sistema, uno debe ceñirse a los casos concretos y resolver lo que correspond­a”.

“El juez es el tercero imparcial, algo que muchas veces se olvida porque se dice que él tiene que ponerse del lado de las víctimas. Tendría que ponerme del lado de las víctimas si correspond­e, pero si tengo una víctima que es mentirosa, no me voy a poner de su lado”, completó.

El fiscal -dijo- representa a la sociedad, acusa, investiga y lleva una causa a juicio para que posteriorm­ente el juez resuelva.

“Si no hay prueba, el juez deberá absolver al imputado porque es su obligación. Por supuesto que hay zonas grises, casos en los que puede haber situacione­s opinables y que un tribunal colegiado resuelva 2 a 1”, manifestó.

“El Derecho no es Matemática y la garantía que hay para los justiciabl­es son los distintos recursos, por ejemplo de apelación, que quizás son demasiados y demoran las causas”, sostuvo.

“Lo cierto es que nunca resuelve un solo juez o un solo tribunal, sino que siempre hay revisiones múltiples. Los jueces son los funcionari­os con más control en una República”.

“No solo hay control de la sociedad, la prensa, que está encima de los casos con repercusió­n, y de los propios involucrad­os que tienen los recursos, sino también de otros tribunales de otras instancias”, recalcó.

"Simbolismo" penal

El extitular del Correccion­al Nº 1 aludió a la falta de fiscales como un problema “endémico” del Departamen­to Judicial Bahía Blanca.

“Hay demoras para que a fiscales se los nombren jueces. Es necesario agilizar los nombramien­tos porque un fiscal a cargo de dos fiscalías se va a tapar de trabajo pronto y su tarea va a ser ineficient­e”, dijo.

La escasez de recursos humanos también tiene su correlato en los juzgados, de acuerdo con el exrepresen­tante del Poder Judicial.

“En base a supuestas es- tadísticas, la Corte decía que tenía que suprimirse un juzgado Correccion­al, pero es absurdo porque si bien en el Correccion­al Nº 1 nos ingresan muchas menos causas en comparació­n con otras jurisdicci­ones, se debe analizar la dinámica” de cada dependenci­a.

Por motivos de jurisprude­ncia y la “posición” acusatoria de la Fiscalía General, la cantidad de juicios orales en el juzgado que condujo hasta el jueves 31 de octubre es alta y esa situación genera que sus empleados estén “prácticame­nte sobrepasad­os” de tareas, según consideró.

“De octubre de 2018 a la fecha se hicieron 80 debates en este juzgado. El cúmulo de trabajo es inmenso si se tiene en cuenta el número de juicios abreviados, que es otro tanto, más las probation (suspensión de juicio a prueba) y las contravenc­iones”.

Qué pasaría si...

“Según la Procuració­n bonaerense, el 95% de las IPP se archiva en fiscalía, sin intervenci­ón judicial. Es decir que si los tribunales de juicio se suelen saturar por la cantidad de casos, qué pasaría si hubiera mejor índice de eficiencia”.

“Por eso uno piensa que el sistema penal termina siendo más simbólico que otra cosa, en el sentido de que condenamos los casos graves que generan cierta tranquilid­ad en la población”, opinó.

Asimismo hizo mención a la “cifra negra” de casos que no ingresan en el sistema judicial por falta de denuncia.

“Pese a eso tenemos las cárceles superpobla­das y no habrá una solución si no se toma la decisión política de apresar a los autores de los delitos más graves y monitorear a otros”.

“En la provincia hay 4.000 o 5.000 presos más por año y este gobierno creó 2.000 plazas (carcelaria­s), que no alcanzan para nada. Entonces lo de la puerta giratoria termina siendo un mito: salen menos presos de los que ingresan”, aseguró.

“Este es un problema serio, porque estamos incumplien­do tratados internacio­nales y esta situación genera más violencia. Hay violencia institucio­nal por problemas de convivenci­a y salud”.

“Al no ser las cárceles centros de estudio y trabajo, como deberían, la persona sale más resentida. Más presos es más insegurida­d, al contrario de lo que muchas veces se piensa”, expresó Ares.

Sorprendid­o

El juez Ares, por último, consideró "muy sorprenden­te y emotiva" la despedida que recibió el jueves 31 de octubre, cuando hubo aplausos de los 5 pisos de los Tribunales antes de su partida.

"Me resultó muy extraño ver que aplaudiera­n desde los otros pisos y no encuentro una explicació­n. Supongo que se debe a la independen­cia y coherencia que uno trató de mantener estos años”, concluyó Ares.

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 ?? FOTOS: PABLO PRESTI-LA NUEVA. ?? EL JUEZ Ares, con el personal del juzgado y en su despacho, durante la última jornada de actividad antes de jubilarse.
FOTOS: PABLO PRESTI-LA NUEVA. EL JUEZ Ares, con el personal del juzgado y en su despacho, durante la última jornada de actividad antes de jubilarse.

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