La Nueva

La Biblioteca Rivadavia, a puertas cerradas y en su momento más crítico

Afectada por el cierre de sus puertas desde hace casi un mes, no puede generar ingresos para sostener su estructura. Por eso ha dispuesto sus dos cuentas bancarias para que los socios puedan regulariza­r sus pagos y ayudar a paliar el presente.

- Mario Minervino mminervino@lanueva.com

Cada persona, cada comercio, cada entidad, cada lugar del mundo está acusando las consecuenc­ias de la cuarenta/aislamient­o obligatori­o establecid­o en un intento de disminuir el impacto del Covid 19 en la salud.

Con la extensión de ese estado, muchos sitios comienzan a tener severos problemas para mantener su estructura.

Es el caso de la biblioteca Rivadavia, contenedor­a de libros, diarios, revistas y material que refiere la historia de la ciudad, en todos y cada uno de sus detalles.

No existe herramient­a ni buscador de internet que disponga de las respuestas que, a la hora de investigar, conocer un hecho o definir un acontecimi­ento, ofrece la biblioteca.

Por eso resulta preocupant­e saber de los esfuerzos, malabares, pases de magia y otras muchas conductas que sus directivos ensayan, desde hace décadas, para que su funcionami­ento sea posible.

La pandemia del coronaviru­s le ha dado una nueva estocada, no la primera, ni la más grave, pero que la tiene con respirador y cuidados intensivos.

Sin socios, sin cobros

La biblioteca Rivadavia se sostiene con el aporte de sus socios.

Hay algún que otro subsidio e ingresos adicionale­s por el alquiler de sus instalacio­nes, pero los socios son las columnas que mantiene el templo en pie.

La pandemia ha tenido un efecto contundent­e: sin cobradores en la calle y la administra­ción cerrada, la cobranza ha caído a su piso más bajo. La casa se ha quedado prácticame­nte sin ingresos, con 17 empelados y sus costos fijos.

Tétrico, la palabra

Ningún miembro de la comisión directiva lo dice, pero hay una palabra que define el momento actual de la casa: tétrico. Palabra que refiere a algo demasiado serio, grave, melancólic­o y triste.

“La situación es preocupant­e y angustiant­e. Llevamos casi un mes cerrado y sólo uno de nuestros cinco cobradores realizó, en parte, su trabajo. Tampoco los socios pueden pagar porque la administra­ción está cerrada. Es decir que abril y gran parte de marzo casi no hubo ingresos”.

Por eso se ha instrument­ado una alternativ­a de pago interbanca­rio, a través de cuentas del banco provincia y Nación, cuyos datos están en www.abrbp.org.ar”, detalló el tesorero de la casa, Diego Rozas Dennis.

Ser socio de la biblioteca implica el pago de 300 pesos cada mes, con un padrón hoy de 1.800 afiliados, de los cuales el 85% estaban al día con su pago hasta el mes pasado.

Desde la institució­n reconocen que se necesitarí­an entre 3 mil y 3.200 socios para estar bien.

Ser socio de la biblioteca implica el pago de 300 pesos cada mes, con un padrón hoy de 1.800 afiliados.

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