El obrero de la construcción celebró su día con pocas cosas positivas, pero el sueño intacto
"Debemos mantenernos unidos y ayudarnos unos a otros para que esta situación impacte lo menos posible”, dijo Carlos De Boer.
Desde 1976, cada 22 de abril se conmemora el Día del Obrero de la Construcción, que quedó establecido en el artículo 19 del convenio colectivo de trabajo 76/75 de la Unión
Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA).
Desde siempre, la construcción significa crecimiento. En movimiento, la actividad que fue organizada en nuestro país desde 1881, es un índice positivo.
“Es obvio que esta celebración llega en un momento muy delicado para nuestro sector. Pero el día sirve para tomar conciencia de la importancia del rol del trabajador de la construcción en la sociedad”, señaló Carlos Segundo Jongewaard de Boer, interventor de la seccional Bahía Blanca de la UOCRA.
Y agregó: “Siempre nos caracterizó la unión. Y creo que ese es el mensaje que debemos dar en estos días difíciles. Debemos mantenernos unidos pese a las adversidades y ayudarnos unos a otros para que esta situación impacte lo menos posible”.
Aunque señaló que el sector está prácticamente paralizado, De Boer manifestó que el gremio está realizando gestiones para comenzar a reactivarlo.
“Estamos manteniendo reuniones con el Ejecutivo, tanto nacional, provincial como local, para poder poner en marcha el sector. Incluso hemos generado pro- tocolos de seguridad especiales para que sean analizados e implementados”, manifestó De Boer.
La construcción es llamada "madre de industrias" porque no sólo requiere un uso intensivo de mano de obra, sino que emplea, a diferencia de muchas otras actividades, distintos tipos de trabajo desde el manual y artesa- nal no calificado hasta los oficios técnicos altamente capacitados con manejo de herramientas y utilización de medidas y fórmulas para poder ser parte de una de las principales necesidades de las personas: la vivienda propia.
Además, la construcción pone en marcha todo tipo de industrias, de la maderera a la minera y de la química a la metalúrgica, pasando por los diseños, la decoración, la fabricación de interiores y la seguridad, aspecto muy importante en la vida del trabajador de obra.
Un poco de historia
En el Convenio Colectivo de Trabajo 151/75 quedó instituido el 22 de abril como Día del Trabajador de la Construcción. El texto del artículo 10 reza: "Habiéndose dispuesto el 22 de abril de cada año se celebre el Día del Empleado de la Construcción, con el propósito de que los trabajadores del gremio puedan festejarlo".
Más allá de la fecha puntual, la actividad está organizada en la Argentina desde 1881, hace 139 años.
En nuestra ciudad, en cada rincón hay trabajadores que hacen obras para beneficio de todos. Construyeron barrios y dieron una parte importante a la ciudad, no sin esfuerzo y con mucho sacrificio.
En ese sentido, la clase trabajadora ha sido consagrada en las páginas de la historia nacional por su invalorable aporte en la consolidación de un pueblo que esbozó su identidad de la mano de miles de trabajadores argentinos que con su pasión y sentido de pertenencia plasmaron y consiguieron pautas de organización y ordenamiento sindical, social, educativo, cultural y económico.
Como país multicultural, reconocemos la importancia de cada actor social, de cada oficio y profesión; la dignidad pertenece a todos los que se ganan el sustento familiar cada día, un claro ejemplo de perseverancia, desafío ante la adversidad y superación.