Coronavirus: cierre total, miedo y muchos controles en Buratovich
En los últimos 15 días se detectó casi una veintena de casos positivos de coronavirus entre empleados del parque eólico cercano y sus contactos. Esta semana la comuna de Villarino decidió aislar a la población. “Hay miedo”, dicen los vecinos.
Luego de la confirmación de casi una veintena de casos positivos de Covid-19 en el parque eólico Vientos del Secano, el día a día en Mayor Buratovich cambió radicalmente. En esta población del sur del distrito de Villarino se decidió volver a la primera fase del protocolo sanitario. El temor al contagio es grande. Entrar a la localidad no es fácil y sus calles parecen desiertas. Por ahora no se permiten más paseos y los comercios tuvieron que bajar nuevamente las persianas. Las medidas impuestas por el municipio rigen, al menos, hasta el 1 de junio.
En Mayor Buratovich no anda un alma en la calle; o casi.
Después de la confirmación de prácticamente una veintena de casos positivos de coronavirus Covid-19 en las últimas dos semanas, el día a día de esta población del sur del distrito de Villarino cambió por completo: el temor al contagio, tal vez a un nivel que no había alcanzado desde que se desató la pandemia, ganó las calles de golpe.
La enfermedad viral que viene poniendo en jaque a todo el planeta desde hace meses finalmente había llegado a un minúsculo punto de la provincia de Buenos Aires.
"La población tiene miedo. Muchos se habían relajado hasta que apareció el primer caso en el pueblo, pero hoy Burato tiene miedo", cuentan los vecinos.
Por si fuera poco, a mediados de esta semana el municipio de Villarino determinó que toda la localidad volviera a la primera fase del protocolo sanitario por panderarse Sin vueltas y hasta, por lo menos, el 1 de junio próximo. En pocas palabras, otra vez a cumplir horarios a rajatabla, olvidarse de los paseos y salidas recreativos,y salir sólo para comprar comida o remedios. Casi todos los comercios están cerrados, y los galpones de empaque, en plena temporada de cebolla, tuvieron que apupara despachar la producción ya vendida, porque debían cerrar.
Hoy entrar en Mayor Buratovich no es fácil; al menos, no por las vías más utilizadas. En los dos accesos principales desde la ruta nacional 3 sur se agolpan personal municipal, policías, inspectores, enfermeros y efectivos de patrulla rural. Todos hacen guardia.
Cada persona que quiere ingresar debe mostrar su permiso de circulación y el DNI. Y después someterse a un escaneo de temperatura corporal para verificar que no sea mayor a los 37,5ºC. Aún pasando todas las pruebas, hay que explicar para qué se quiere entrar en la localidad.
Los restantes accesos públicos están cerrados o clausurados, con vallas y cintas policiales. Quien quiere salir también debe presentar papeles en regla.
Ya en el ejido urbano, cuesta encontrar transeúntes en calles donde normalmente circulan autos, bicicletas y gente. Quienes camia.