“Nadie salió de la casa por casi dos meses”
Juliana pasó la etapa de aislamiento obligatorio con la familia que la había contratado y en la que ambos adultos, cabeza del hogar, comenzaron a trabajar home office.
“Nos organizamos para que los padres pudieran hacer teletrabajo. La única persona que salía era el papá, y sólo para comprar comida. Nada más. Ningún otro salió de la casa por casi dos meses”, recordó.
Comentó que en Francia, recién en febrero empezó a hablarse de la enfermedad, pero le restaron importancia porque la consideraban solo una gripe viral con una tasa de mortalidad baja.
“Yo en febrero me fui de vacaciones, tomé vuelos y en los aeropuertos no había ningún tipo de control. Pasé por Viena, Ámsterdam, luego ya volví para Estrasburgo, pero lo más curioso es que me la pasé yendo en colectivo, aviones, dormí en hostel y paseé por todos lados sin ningún tipo de problema”, contó.
Cuando se empezó a tomar conciencia de la peligrosidad del virus se habló de una cuarentena administrada, con la gente saliendo poco a la calle y sin grandes aglomeraciones.
“Y entonces, de un día para otro se dio el confinamiento total”, mencionó.
“Cuando se empezó a ver que había muchas personas contagiadas, principalmente en Europa occidental, salió Macron (Emmanuel, presidente francés) a decir que se había equivocado por no tomar una determinación antes. Decidió entonces cerrar todo y cada dos semanas se fue ampliando la cuarentena”, destacó.