Una casa en donde sencillez y calidez se funden con el paisaje
Un volumen de extrema simplicidad, un contrapunto entre la solidez de los muros y la liviandad de los cerramientos es parte de esta vivienda de 70 m2.
Los “Tres Picos”, una reserva natural situada en Nova Friburgo, montañas del interior de Río Bonito, fue el lugar elegido para construir esta residencia-retiro, que ocupa una superficie de 70 m2.
Su proximidad con el río fue un factor decisivo para este proyecto del estado de
Río de Janeiro, en Brasil.
Han pasado varias décadas de la aparición en el mundo de la arquitectura moderna, que el arquitecto Mies van de Rohe definió con su famosa frase “menos es más”, alentando a la economía de materiales y a la simpleza de diseño. La casa de vidrio de Philip Johnson en Connecticut, Estados Unidos, construida en 1949, es un ejemplo contundente de esta propuesta de diseño. Esta vivienda de Brasil recupera y reinterpreta esas líneas, más allá de combinar la estructura metálica con dos gruesos muros de piedra.
La obra
Dos muros de piedra de 1,10 metros de espesor sirven de apoyo a cuatro vigas de acero, en las cuales reposan pisos y techos. El peso de la estructura está en contraste con la ligereza del vano de 10 metros y reña forzada por dos tragaluces que separan la losa superior de los muros.
En la pared del fondo, las ventanas son cortes de piso a techo que proporcionan continuidad vertical de la horizontalidad de las claraboyas. La casa está suspendida del suelo, protegida de la humedad y de las intemperies, al mismo tiempo que permite una vista del río que pasa al largo de la casa.
En las paredes de piedra se ubican un horno de ley una chimenea, uno a cada lado de la casa, para hacer efectiva la calefacción. En el exterior, una escalera construida por la eliminación escalonada de piedras de la pared, conduce a la terraza. Ese es un punto de vista de las estrellas.