Condenado por pelear y apuñalar a un hombre con un destornillador
Alejo Javier Romero recibió una pena de ocho años y medio de prisión por el homicidio de Roberto Luis González Lagos, ocurrido a principios de 2019 en la ciudad de Carmen de Patagones. La víctima murió tras permanecer internada 21 días.
A principios del año pasado una docena de personas se reunieron en una vivienda de Carmen de Patagones. Comieron un asado, bebieron y bailaron, pero el encuentro terminó de la peor manera.
Alejo Javier Romero, hermano del dueño de la casa, reaccionó contra Roberto Luis González Lagos y lo increpó porque supuestamente había mirado a su novia.
La disputa continuó fuera del lugar, donde ambos comenzaron a pelear y González Lagos recibió heridas en la cabeza provocadas con un destornillador, las que lo dejaron en coma durante 21 días, hasta que finalmente murió.
El agresor fue detenido por la policía en las inmediaciones, secuestrando en su poder el elemento con el que atacó a la víctima.
Incluso, según se informó en ese momento, Romero intentó resistirse al procedimiento y los policías le dispararon una posta de goma para lograr reducirlo.
En el marco de un debate abreviado, el juez Eugenio Casas, integrante del Tribunal en lo Criminal N° 2, le impuso una pena de 8 años y medio de prisión por el delito de homicidio simple.
Para el magistrado quedó acreditado que el 2 de marzo de 2019, alrededor de las 6.30, en la vereda de un inmueble ubicado en la primera cuadra de calle Mayor Linares, de la localidad maragata, González Lagos recibió golpes de puño y una herida punzante en el cráneo, la que le provocó una hemorragia interna y la lesión irreversible de centros nerviosos superiores vitales.
El hombre fue trasladado al Hospital Pedro Ecay, donde permaneció internado en el área de Terapia Intensiva hasta el 23 de ese mismo mes, cuando se produjo su deceso.
Testigos fundamentales
Varias personas que participaron de la reunión declararon en la causa y describieron la forma en que se produjeron los hechos.
Una mujer dijo que la novia del imputado estuvo bailando con varias personas y que esa situación lo enojó, reclamándole a la víctima por haberla mirado.
Mencionó el dueño de la casa sacó del lugar a su hermano y la pareja, y que poco después González Lagos también dejó el sitio, por lo que imaginó que se iban a pelear.
Siguió diciendo que salió a la vereda y observó el enfrentamiento.
Explicó que intentó separarlos y que al hacerlo recibió dos heridas en el brazo. También manifestó haber visto a la víctima