El Pinar, un espacio verde que siempre está amenazado
Siempre la plantación de árboles supone una cuota de generosidad, ya que se hace para el disfrute de otros y exige el cuidado de todos.
EXISTE EN
nuestra ciudad un espacio verde y público al que se lo conoce como El Pinar, más allá de que en la realidad los pinos allí plantados son apenas uno de los muchos ejemplares arbóreos que se pueden encontrar en ese lugar.
EN UN
espacio de poco más de ocho hectáreas, sobre la avenida 14 de Julio, en cercanías del cementerio, que la provincia cedió a la comuna hace más de 50 años, luego de una exitosa gestión vecinal.
TAMBIÉN FUERON
vecinos los que tomaron las primeras tareas de plantación, una acción que siempre es muy valorada porque trabajaron para generar una suerte de parque cuya sombra no disfrutarían ellos sino generaciones posteriores.
SIEMPRE LA
plantación de árboles supone una gran cuota de generosidad ya que se hace para el disfrute de otros y exige el mayor de los cuidados por parte de todos.
SIN EMBARGO,
la suerte del Pinar ha sido distinta, y si todavía se lo puede mencionar o identificar con ese nombre es porque es tan importante la cantidad de árboles existentes que todavía se imponen en el lugar.
CON EL
Pinar han sucedido dos cosas.
POR UN
lado, nunca se han realizado las inversiones adecuadas para convertirlo en un paseo.
ESTO ES
una infraestructura necesaria como iluminación, equipamiento y bancos, que fueran dando identidad al lugar y alentando su uso, atento además a una ubicación privilegiada.
POR OTRO
lado, desde hace décadas se ha instalado la costumbre de robar los árboles del lugar.
SE SUPONE
que para su uso como leña, con increíble impunidad muchas personas concurren al lugar y proceden a talar árboles y llevárselo, muchas veces ante la mirada de todos y sin que nadie intervenga.
EL ESPACIO
sigue siendo muy interesante, con mucho potencial y factible de ser puesto en valor.
PARA ESO
requiere urgentes medidas. Y, de considerarse que no puede cumplir con ese rol, sería importante asignarlo a otros destinos que justifiquen su existencia.