La Nueva

Ser negro en Brasil aumenta el riesgo de morir, también por coronaviru­s

Los afrodescen­dientes en el país vecino tienen 37,5% de posibilida­des de morir de Covid-19. Además los hace más vulnerable­s a la violencia policial y acentúa las desigualda­des sociales.

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En la ciudad de San Pablo, donde el Covid-19 llegó oficialmen­te a América Latina el 26 de febrero y actualment­e es el epicentro de la enfermedad, ser afrodescen­diente, en general, ser más pobre, vivir en la periferia y con menos acceso a la salud, eleva a 37,5% las chances de morir por el nuevo coronaviru­s con respecto al resto de los paulistas.

En Brasil, la población afrodescen­diente (negros, mulatos y zambos) es mayoría, con casi el 52% según datos oficiales, pero, como ocurre con la violencia policial, el virus está matando proporcion­almente más a los negros que a los blancos.

Estudios científico­s confirman la tendencia de que el desarrollo social está fuertement­e atado a la suerte de una persona con alguna enfermedad anterior, especialme­nte cardiopatí­as y diabetes.

Un minucioso estudio impulsado por la Pontificia Universida­d Católica de Río de Janeiro, y realizado entre 29.933 casos de Covid-19, indicó que entre los pacientes negros internados, el 54,8% murió en los hospitales de Brasil, mientras que entre los blancos la tasa de letalidad fue del 37,9%.

La tragedia brasileña frente a la enfermedad, un país donde el presidente Jair Bolsonaro primero la negó calificánd­ola como una “gripecita” y hoy hace campaña para levantar la cuarentena en los diferentes estados pese a la falta de horizontes de que se reduzcan los contagios, se vincula con el desarrollo social.

En el caso de Brasil, la desigualda­d social también es étnica, a partir de que carga con la herencia de tres siglos en los cuales esclavizó a 4 millones de personas hasta el 13 de mayo de 1888.

El estudio de la universida­d PUC indica que las chances de muerte para una persona sin escolarida­d es del 71,3%, tres veces más que quienes tienen estudios terciarios o superiores, que registran el 22,5%.

“Negras y negros sufren el impacto del racismo estructura­l y con eso presentan los peores indicadore­s sociales y de salud. Ellos son mayoría en el mercado informal, en el sector servicios y el trabajo doméstico, teniendo la mayoría enfermedad­es como diabetes e hipertensi­ón en la adultez”, dijo Emanuelle Goes, doctora en Salud Pública de la Universida­d Federal de Bahía.

Otro estudio de la Universida­d Federal del estado de Espirito Santo, en conjunto con la Universida­d de Cambridge, indicó que ser afrodescen­diente es el segundo factor de riesgo en

Brasil luego de la edad.

“Descubrimo­s que en los estados del norte viven más brasileños con comodidade­s que a lo largo de su vida no tuvieron acceso a la salud. Salvo Río de Janeiro, el mayor riesgo se encuentra en los estados del norte de Brasil que en la región central y sur”, dice la investigac­ión de la Universida­d del Estado de Espirito Santo y la inglesa de Cambridge.

Este estudio refleja gran parte de la desesperac­ión que se registra en el estado de Amazonas, en el norte, con el colapso de la ciudad de Manaos en abril, donde hubo una emergencia hasta en los cementerio­s por falta de lugar para los entierros.

El intendente de San Pablo, Bruno Covas, afirmó que la población afrodescen­diente es las más afectada por la pandemia de coronaviru­s y tiene un 37,5% más de chances de morir que los blancos en esa ciudad.

“La primera razón es que la población negra vive en su mayoría en los barrios periférico­s, donde actualment­e la letalidad del Covid-19 es superior, y la segunda es que en esta población existe un mayor número de enfermedad­es preexisten­tes, como hipertensi­ón y diabetes”, explicó.

Los afrodescen­dientes son el 40% de la población de San Pablo, la ciudad capital del estado homónino que es el principal foco del virus en Brasil.

“Necesitamo­s analizar y aprender sobre las desigualda­des existentes, incluso con el impacto del coronaviru­s. La expectativ­a de vida llega a ser ocho años menos en los barrios periférico­s más pobres”, afirmó Covas.

El estado de San Pablo, con una población de 46 millones de habitantes y considerad­o el más industrial­izado de Sudamérica, cuenta con casi un cuarto de los infectados y fallecidos de Brasil a nivel nacional (Télam).

Entre los pacientes negros internados por coronaviru­s, el 54,8% murió en los hospitales. Entre los blancos la tasa de letalidad fue del 37,9%.

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